— Hyunggu...
El mencionado tragó duro.
— Espere, déjeme hacerlo otra vez.
— Hyunggu ¿seguro que practicaste?
Se quedó en blanco. Sus mejillas se volvieron de un tono rojizo.
— ¿Sabes qué? Mejor dejemos la clase hasta aquí.
— N-No, espere, Profesor Jo. Le juro que he practicado mucho.
— Ya van 6 veces que me dices lo mismo. Hasta que no se vea eso, no lo creeré, Kang.
Sintió un pinchazo en el corazón.
Con tristeza, se levantó e hizo una reverencia, para rápidamente buscar sus cosas y dejar la casa de su profesor, sin atreverse a siquiera mirarlo a los ojos.
Una de las pasiones secretas del talentoso Kang Hyunggu es cantar, aunque sólo lo sepan un par de personas. Por esta razón, decidió pagar por un profesor de canto, siendo Jo Jinho la mejor opción. Es conocido por ser de los profesores más exigentes en dicha área, pero también de los mejores.
Las primeras clases fueron interesantes, Hyunggu se esforzaba al máximo para alcanzar las expectativas del otro. Al final, su destino fue inevitable: se enamoró perdidamente de su profesor.
Sin darse cuenta, empezó a perder la concentración y la práctica, provocando problemas y discusiones con su amado, siendo esta la primera vez que lo echó de su casa, indirectamente.El menor caminó sin rumbo, sujetando con fuerza su mochila, derramando un par de lágrimas. Y es que, estar enamorado de tu profesor es algo infantil, sin embargo, ahí lo tienen, derramando lágrimas mientras sentía su corazón arder. Varias veces se cuestionó si era buena idea, y es que no lo parecía: Jo Jinho es un exitoso profesor, un adulto con su vida hecha y planeada, ¿por qué se fijaría en un joven sin un futuro tan esperanzador como él?
Detuvo su andar. Llegó a casa de su mejor amigo Yuto, sin siquiera darse cuenta.
Respiró hondo, y tocó el timbre de aquella pequeña pero acogedora casa.
Luego de unos minutos salió el más alto, observando a su mejor amigo, con una expresión preocupada.— ¡Kinito! ¿Qué pasó?
— Lo de siempre.
Sonrió, lleno de dolor y amargura.
Yuto lo abrazó con fuerza, y lo metió a su casa para poder conversar mejor. Lo sentó en el sofá y lo cubrió con una sábana mientras iba a la cocina a prepararle algo de té.
Esta se había vuelto una rutina entre los dos, y Hyunggu se sentía bastante mal. Yuto siempre fue muy atento con él y lo ayudó muchísimo en momentos como este, y el más bajo sólo se sentía como una carga.
— Yuto-Ssi, lo siento, yo‐
— Está bien, Ggu, ya te lo dije, puedes contar conmigo para lo que necesites.
Y empezó a sollozar, otra vez.
— ¿Qué pasó esta vez?
— Me echó de su casa.
— ¿Por qué? ¿No le enseñaste la canción que escribiste?
Se quedó en silencio.
— ¡Hyunggu!
— ¡Entré en pánico y me arrepentí!
— Ya no puedes seguir así. ¡Tienes que decirle!
— ¡N-No!
— ¿¡Acaso no entiendes que me duele verte así!?
Hyunggu se quedó mudo. Yuto jamás le gritó, ahora mismo se sentía intimidado y culpable.
— Perdón...
Fue lo único que pudo susurrar, mientras abrazaba al más bajo.
— Perdóname tú a mí. Siempre es lo mismo.
— Cállate.
Hyunggu hizo un puchero.
— Sólo prométeme que le enseñarás la canción.
— Está bien.
— Buen chico.
Hyunggu sonrió levemente.
— ¿Puedo llorar contigo un poco más?
— Todo el tiempo que quieras.
Y con eso, el más bajo continuó llorando en brazos de su mejor amigo.
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U
na semana había pasado. Hyunggu estaba nervioso, ya era Jueves, lo que significaba que tendría que ver a Jinho una vez más.
Ya estaba decidido, este día se confesaría.
Tocó el timbre de la casa, mientras sentía que las piernas le temblaban. Su mente empezó a divagar, revolviendo su estómago y haciendo que tenga ganas de ir al baño. Empezó a morder su labio, sintiendo de a poco el arrepentimiento y las ganas de salir corriendo y encerrarse en casa y no volver a salir jamás.
Jinho abrió la puerta, y Hyunggu se quedó congelado. Se veía divino, usaba una remera de cuello alto, con una chaqueta de cuero falso y unos jeans ajustados al cuerpo. Llevaba leve maquillaje y lo miraba con una expresión bastante seria. A pesar de ser mucho más alto, se sentía pequeño frente a él.
— ¿Vienes a practicar? Tengo prisa. Debo salir y no tuve tiempo de avisarte.
Hyunggu se quedó mudo. Pero, no iba dejar pasar esta oportunidad.
— N-Necesito enseñarle algo, Hyung, prometo que será rápido.
El mayor lo pensó un momento, para terminar aceptando. Hyunggu sonrió, y ambos entraron.
— ¿Qué quieres mostrarme?
— C-Compuse una canción, para que cantemos ambos. Se llama Gravity...
— Déjame escuchar eso.
Y entonces, Hyunggu sacó su celular y empezó a sonar el demo, mientras cantaba leyendo la letra.
Jinho se quedó hipnotizado. Era una canción con una vibra muy sensual y adulta, y la voz tan seductora de Hyunggu lo hizo aún mejor.
Entonces le siguió al demo como pudo. Sus voces se complementaban realmente muy bien, poniéndose en el mood que les transmitía a ambos aquella canción.
Al final, la música se detuvo. Jinho iba a decir algo, pero fue interrumpido.
— ¡Profesor Jo, salga conmigo!
Se quedó mudo, por la repentina declaración.
— ¿Salir? ¿A dónde?
— D-Donde usted quiera, como una cita.
Jinho abrió los ojos, más sorprendido. Pero sonrió.
— Esto fue algo inesperado, joven Kang. Pero, acepto.
Y Hyunggu gritó de la emoción, haciendo que su profesor lo mirara de forma divertida. El menor se encogió en su asiento.
— Disculpe.
— Eres tierno.
Se sonrojó. Estaba nervioso, pero nada le quitaría la felicidad que sentía en ese momento.
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Siento que el final cagó todo el One-Shot but okay 🥺
¡HOLAA A TODES! ¿CÓMO ESTÁN? ¿SE ESTÁN CUIDANDO MUCHO? ESPERO QUE SÍ.
Hoy vengo con esto, está algo meh pero realmente quería traer algo :(
La próxima voy a tratar de escribir algo mejor ❣Momento de spam: VAYAN A LEER PENTASTORIES ❣
Y, voy a hacer un libro de One-Shots de CLC, ¿algún Cheshire interesade en leerlo? 🥺Bueno, por ahora es todo.
¡Nos leemos pronto!