- Hyung - Lo miré - Quería decirle algo - Se veía nervioso, me daba mucha ternura. Le pedí que siguiera - La verdad es que, lo amo mucho - Tapó su carita, sentí que moriría ahí mismo -.
- Yo también te amo mucho, Hyunggu, no sabés cuánto - Su rostro se iluminó, se veía muy tierno -.
Se me acercó y me abrazó con fuerza. Amaba sentir su presencia y sus brazos alrededor mío, aunque esté algo frío. La verdad es que su simple existencia calienta mi corazón y me mantiene calmado. Este sentimiento no lo pienso cambiar por nada en el mundo.
Luego de un rato me animé y me separé. Hizo un pucherito, pero agarré su mentón y uní mis labios con los suyos. Nunca imaginé hacer algo así, se sentía tan bien, amarlo se sentía tan bien.Nos separamos por falta de aire. Unimos nuestras frentes, y yo no dejaba de contemplarlo. Su rostro bello y angelical parecía estar hecho por los mismos dioses, y no pude evitar acariciar sus suaves mejillas. Él reía cada vez que lo hacía, al parecer lo ponía nervioso. ¿Más tierno no puede ser?
Mis palabras se quedaron en el aire. Hyunggu se había levantado y puso algo de música. Agarró mi mano, invitándome a bailar, yo gustoso accedí. La verdad es que siempre fui muy torpe para estas cosas, pero él me ayudaba con paciencia y amor. Lo miraba mientras me explicaba. Su rostro concentrado era muy lindo y tierno, y empecé a llorar. No puede ser que exista alguien así. Hyunggu me abrazó con fuerza al notar mis lágrimas, no sin antes limpiarlas. Susurró un par de palabras de consuelo, y yo sólo podía guardar su voz en lo más profundo de mi memoria, para jamás olvidarme del amor de mi vida.
Amaba cuando decía mi nombre, me quedaba como bobo mirándolo y él se reía. Pero esta vez fue diferente, me miraba algo serio. Le pregunté qué sucedía.
- ¿Qué tal si escapamos? - Mis ojos se abrieron por la sorpresa ¿escaparnos? - En este lugar será complicado poder amarnos como Dios manda. Hay mucha gente detrás tuya, y yo sé que no te hacen muy bien - Me sentí mareado de repente, por suerte Hyunggu me sostuvo fuerte en un hermoso abrazo -.
Enterré mi rostro en su cuello, grabando su dulce aroma a flores. Me sentía extasiado, ese chico era completamente digno de mi admiración absoluta. Y el hecho de que se haya fijado en mí es aún mejor. Luego de un rato nos separamos, agarró mi mentón y suavemente unió sus labios con los míos. Sonreí en medio del beso, y decidí aceptar su propuesta. Su rostro se iluminó por segunda vez en el día y su sonrisa se hizo aún más grande, sentí que me desmayaría ante tal vista.
Agarró mi mano y abrió la puerta con cuidado, sin hacer ruido. Luego empezamos a correr, y a escondernos por momentos cuando aquellas personas pasaban cerca. No me agradaban, parecían tener algo en contra de Hyunggu y a él eso lo ponía muy triste.
Sin darme cuenta llegamos a la salida. Feliz abracé a Hyunggu y lo besé por tercera vez en el día, tomé su mano de nuevo y corrimos hasta allá.Pero nunca llegamos a tocar el portón.
- ¡No, por favor! ¡Suéltenlo! - Mi pobre angelito lloraba, yo quería ir a abrazarlo, pero me sujetaban con mucha fuerza -.
Lloré junto al amor de mi vida, hasta que sentí los ojos pesados.
Me desperté en mi cama. Me dolía todo. Con algo de dificultad me levanté y lo miré, estaba sentado en el sofá, observándome y cuidándome desde allí. Sonreí y le pedí que viniera al lado mío. Obedeció y se sentó. Tomó mi mano y la besó, con algo de vergüenza lo miré y también lo besé, sólo que en la mejilla.
Me sentía feliz, a pesar de todo Hyunggu no me abandonaba y se preocupaba por mi bienestar. Aunque no hayamos sido capaces de escapar a pesar de haberlo intentado incontables veces, él seguía ahí, siendo mi soporte y sabía que siempre estaría, él me lo dijo muchas veces.Lo miré un rato, contemplando su rostro otra vez. Él no me miraba, veía un punto fijo de la habitación. Sé que se culpa de que me hagan tanto daño, pero estoy consciente de que le va a ser imposible ayudarme, él es muy débil en comparación a los otros. Lo bueno es que estamos encerrados juntos, hasta que el destino se lleve a alguno de los dos.
- Vamos Hyunggu, no te sientas mal - Me miró y me abrazó, soltando varios sollozos. Me partió el alma -.
- Siempre es lo mismo - Susurró en mi pecho, llorando más y más. Yo masajeaba su espalda, tratando de reconfortarlo aunque sea un poco -.
Él mismo limpió el resto de sus lágrimas, y me miró. Se veía determinado, su mirada me lo decía. Tenía algo en mente.
- ¿Qué planeas? - Pregunté. Me sonrió y me pasó unas tijeras. Las miré, algo confundido -.
- Ya que no podemos estar juntos sin que ellos estén de por medio, creo que es buena idea usarlas - Me las pasó -.
Las miré con algo de miedo, pero su sonrisa me reconfortaba. Ahí supe que no debía dudar, pues él estaría conmigo siempre, sin importar lo que suceda. Con determinación agarré las tijeras y las contemplé por un rato, hasta que por fin les di uso.
Lo último que vi fue el hermoso rostro de Hyunggu desvanecerse, y ahí me di cuenta de que esto no fue una muy buena idea.
-----------------------------------------------------------------
Me desperté a la madrugada y me puse a escribir esto en vez de dormir, soy un genio.
¡Holaaa, wachites! ¿Cómo están? Espero que bien. ¿Cómo van con la cuarentena y las clases online? ¿Se están cuidando bien? ¿Están haciendo sus tareas?
Hoy vine con algo medio raro que se me ocurrió, no sé si se llegó a entender. Supongo que sí, pero voy a aclararlo por las dudas: Jinho estaba internado en un manicomio y Hyunggu era producto de su imaginación. Una trama muy básica, perdónenme omg
Voy a tratar de subir más One-Shots. También voy a tratar de subir el libro de mis OTP's esta semana, si es que puedo.
Haré lo posible por actualizar todas mis historias, incluyendo la de "We Are Sunlight" que sin dudas es mi favorita (ah)
La verdad quiero saber qué opinan de mis historias hasta ahora. Me gustaría que me dieran ideas o que me den sugerencias, aprecio mucho esas cosas, u know?Espero que les haya gustado. ¡Nos leemos pronto!