Pacto y antigüedades

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Salimos de la tienda cada una con su mascota y decidimos que iríamos al Caldero Chorreante a dejar nuestras cosas, luego nos encontraríamos con las chicas en una heladería que estaba cerca de una tienda de antigüedades la cual Blake y yo queríamos visitar.
Cuando estábamos caminando hacia la taberna hablando de lo increíble que había sido nuestra primera visita al Callejón Diagon, sentí que alguien chocó contra mi. Me agarré a Blake para estabilizarme, pero vi que quien había impactado contra mí no había tenido tanta suerte y estaba en el suelo. Le di a mi hermana la jaula de Artemisa y ayudé rápidamente a la extraña. Vi que estaba tirada rodeada de libros, probablemente no me había visto porque le tapaban la vista.

- ¿Estás bien? - pregunté ofreciéndole mi mano para ayudarla a levantarse.

- Si, no te preocupes. - dijo la chica intentando apartarse el pelo pelirrojo de la cara.

Ya he perdido la cuenta de cuantos pelirrojos he conocido hoy. Cuando por fin pudo ver con claridad, se fijó en mi mano y la tomó con una sonrisa tímida. Luego, una vez estaba de pie, la ayudé a recoger los libros. Ella me agradeció el gesto y yo le dije que era un placer.

- Soy Bella, por cierto.

- Y yo soy Blake - dijo mi hermana dirigiéndole una sonrisa.- Evans.

- Es un placer, yo soy Rose, Rose Weasley.

- Oh, ¡tu eres prima de Rox, Dom y Lilu! ¿verdad?- pregunté.

- Si - respondió con una sonrisa - ¿las conocéis?

- Por supuesto, son amigas nuestras.

- ¿Enserio? No recuerdo que os mencionaran nunca... ¡sin ofender!

- Eso es porque las conocemos desde hace unas... dos o tres horas - dijo Blake riéndose.- y tranquila, no ofendes.

- Y... ¿a qué casas váis? Estoy segura de que nunca os he visto por la escuela...

- ¡Chica lista! Acabamos de llegar de Nueva York, vamos a estudiar este curso en Hogwarts.

- ¡Eso es genial! Nunca he conocido a ningún americano.

- Pues ahora conoces a dos. - dije y Blake agitó sus manos como diciendo "tachán". Los
pájaros se quejaron ante el movimiento y nosotras nos echamos a reír.

- Bueno, debería irme, sino mi familia podría preocuparse. Ha sido un placer conoceros, ¡nos vemos mañana!

- ¡Adiós Rose!- gritamos nosotras a la vez.

Continuamos nuestro camino a la taberna mientras Blake bromeaba diciendo que debía ponerme un cartel luminoso en la frente porque la gente parecía no verme y no dejaban de chocar conmigo. Le di una colleja y cogí la jaula de mi fénix. Cuando llegamos saludamos a nuestros padres y les enseñamos lo que habíamos comprado. Se quedaron fascinados con nuestras nuevas mascotas, sobretodo con la mía. Subimos y dejamos las cosas en nuestra habitación, luego bajamos y les contamos que íbamos a ir a tomar un helado con unas chicas que habíamos conocido; ellos se alegraron de que hiciéramos amigos tan rápido.

Volvimos a la pared de ladrillos y tuvimos la suerte de que estaba abierta. Caminamos tranquilamente hasta la heladería y encontramos a las chicas en una mesa al fondo. Pedimos y cuando nos dieron nuestros dulces fuimos a sentarnos con ellas.

- ¡Ya llegó por quien lloraban! - anunció Blake extendiendo sus brazos. Las demás rieron.

- Un placer volver a verlas, señoritas - dije mientras me sentaba. - Hablemos de negocios.

Ellas se miraron las unas a las otras con una sonrisa. Luego Dominique se aclaró la garganta y comenzó a hablar.

- Bien, como ya sabéis buscamos a alguien que esté dispuesta a hacer bromas, romper las reglas y aceptar castigos.

- El principal objetivo - continuó Roxanne - es demostrar que se equivocaron con nosotras y que las mujeres también pueden ser buenas bromistas.

- Además de fama y gloria - añadió Lily - ofrecemos una amistad sincera y duradera. Oh, y la oportunidad de ver la cara de idiotas que se le va a quedar a los Merodeadores 2.0 con cada una de nuestras bromas.

- Bien, ¿qué decís? - finalizó Dom.

Miré a Blake y ambas pusimos expresiones pensativas, a pesar de que ya sabíamos la respuesta. Ella me sonrió de forma traviesa y miré a las chicas, que estaban expectantes pero confiadas.

- Veamos... - dije carraspeando y apoyando las manos entrelazadas encima de la mesa. -¿Dónde hay que firmar?

Ellas dejaron escapar un suspiro y todas comenzamos a reír. Lilu se levantó y corrió a darnos un abrazo, gesto que las demás imitaron. La siguiente hora la pasamos hablando de nuestras familias y de nuestras cosas.
Se encargaron de contarnos todos los cotilleos y ponernos al día de todo lo que había pasado el año anterior en Hogwarts y de lo que se habían enterado durante el verano: nuevas parejas, rupturas, amistades, traiciones, peleas... Lily no hacía más que quejarse de la nueva novia de su hermano; según ella era una perra hipócrita y estúpida que tenía la cabeza llena de aire. También nos hablaron de los profesores y de la competición de las casas.
Nosotras le hablamos de la moda en América, de nuestros amigos y las bromas que hacíamos allí. Les contamos algunas anécdotas, como la vez que Blake se tiñó el pelo de rosa durante dos meses por una apuesta, lo cual rompía completamente el código de vestimenta de Ilvermorny, por lo que tuvo que ir con gorro todo ese tiempo; o como cuando cambiamos la sal por el azúcar en las cocinas e hicieron los postres más desastrosos de la historia de la escuela. También les conté cómo había conocido al chico Nott en la librería y Blake nos confesó de que le llamaba la atención el hermano de Rox.
Ante esta confesión las chicas comenzaron a hablarnos de sus crushes y a enumerarnos los chicos más guapos de Hogwarts.

Después de un rato decidimos pagar e ir a la tienda de antigüedades y artículos de segunda mano que había al lado de la heladería.
La verdad es que fue aún mejor de lo que me esperaba: había un montón de artículos vintage, aparatos muggles, revistas, discos antiguos, ropa... Pasamos el resto de la tarde yendo de probador en probador, buscando algo que fuera de nuestro estilo y rebuscando dentro de cestas y cajas para encontrar algo único.
Al final Lily compró unos discos de una banda que le gustaba y unos pendientes de plata con forma de imperdible; Dominique una pulsera de oro con un dragón, una bandana de seda y unas gafas con forma de corazón; Roxy un vestido que debía ser de la época de los ochenta, con un estampado muy colorido y divertido, una bandana a juego y una lámpara de sal rosa; Blake se decidió por unos pantalones Levi ́s, unas botas de piel y una chaqueta de cuero negra, además de una pulsera con forma de serpiente. Por último, yo compré unos tops, una falda de cuadros, un collar con un león y una piedra roja y una cámara de fotos desechable. Pagamos y salimos de la tienda muy contentas con nuestras adquisiciones.
Después dimos un paseo y sacamos infinidad de fotos para el Magic Instagram. Fue sin duda un día genial.
Ya era bastante tarde, así que nos despedimos de ellas sabiendo que mañana las veríamos en la estación para ir a Hogwarts. Vimos a su familia a lo lejos y saludamos a los señores Potter y a Rose. Luego volvimos al caldero chorreante, debíamos dormir para estar descansadas el día siguiente.

Hogwarts va a ser divertido, lo presiento.







Hey ¿qué tal? En el siguiente episodio se montarán en el tren directo a Hogwarts.
Si os está gustando la historia no dudéis en comentar y votar!
Muchos besos🖤
Atte: Persea Black

•Riptide• j.s.pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora