•Riptide• j.s.p

Estación y discusiones

Me desperté a las siete de la mañana, aunque apenas había dormido la noche anterior. Me había pasado horas hablando con los chicos por mensaje y siguiendo a gente de Hogwarts en Magic Instagram. El tren salía a las once, así que tenía tiempo de sobra para prepararme.
Lo primero que hice fue darme una ducha. Saqué de mi baúl unos pantalones de chándal grises y un top blanco. Como era muy temprano y hacía algo de frío me puse una chaqueta tejana. Me calcé mis Nike Air Force 1, me até el pelo en un moño y ya estaba lista para empezar el día.
Bajé a la cafetería sola y estaba vacía, nadie se había levantado aún. Cogí unas tortitas con nutella, un café helado y un poco de sandía. Cuando acabé subí de nuevo a mi habitación y comencé a ordenar mi baúl. A diferencia de mucha otra gente, yo solo tenía uno, ya que le había puesto un hechizo de expansión indetectable. Si bajas unas escaleras apareces en una habitación enorme con todas mis cosas, una cama, unos sillones, una máquina de hacer palomitas... es un pequeño hogar dentro de un baúl.
Me puse a ordenar los libros en las estanterías, a pasar el polvo y a liberar mi escritorio de cosas del año pasado y encontrándoles un nuevo lugar. Abrí el armario de las bromas y guardé todo lo que habíamos comprado el día anterior en sortilegios Weasley, cada cosa en su sitio. Luego ordené en otro armario la ropa que había comprado ayer, el uniforme, etc. Por último limpié el baño, le dí de comer a Artemisa, pasé la aspiradora y fregué el suelo. Mientras se secaba me lavé los dientes y la cara, me cambié el moño por una trenza y volví a subir las escaleras.
Ya eran las nueve de la mañana, por lo que decidí despertar a Blake para que se fuera preparando. Tras mucho insistir conseguí levantarla, y mientras ella se daba una ducha yo fui a buscarle el desayuno, para no perder más tiempo. Cuando yo entraba en la habitación con unos cuantos croissants y un smoothie de frutos rojos, ella salió del baño secándose el pelo con una toalla. Llevaba puesto un conjunto parecido al mio, pero los colores eran diferentes: sus pantalones eran blancos y su top era verde militar. Desayunó mientras yo le peinaba el pelo y hablábamos de cosas sin importancia. Cuando acabó se lavó los dientes y la cara, mientras yo volvía a entrar en mi baúl para ponerme algo de perfume.
Cuando estaba a punto de salir para largarnos a la estación de King's Cross, vi sobre mi escritorio el collar que compré ayer. Me lo puse y volví a la habitación de hotel. Observé que mi hermana también salía de su baúl, también con su pulsera, lista para largarnos. Miré la hora, eran las diez y cinco de la mañana. Hora de irse.

- ¿Lista? - pregunté.

- Nací lista - me respondió Blake con una sonrisa.

Salimos al pasillo arrastrando nuestros baúles y allí nos encontramos con mis padres. Mamá hizo un hechizo baúl locomotor y bajamos a la entrada del hotel. Pagaron la estancia en recepción y, tras asegurarse que lo teníamos todo, metió los baúles en el maletero de un taxi y partimos hacia la estación.
Cuando llegamos cogimos un carrito para poder llevar los baúles y nos pusimos a buscar el andén 9 y 3⁄4 , pero no éramos capaces de encontrarlo porque recientemente habían reformado la estación. Mis padres se estaban volviendo locos porque decían que íbamos a perder el tren, pero a lo lejos vi una cabellera pelirroja atravesando una columna con su carrito. Supuse que sería alguna de las Weasley, así que avisé a mis padres.

- Ya sé cómo llegar. Seguidme.

Cuando llegamos a la columna me acerqué a inspeccionarla. No parecía que hubiese una puerta ni nada, ni siquiera una grieta. Pero sabía que era allí, así que no lo pensé. Agarré mi carrito y corrí hacia la pared lo más rápido que pude, con mi familia gritando detrás de mí. Cerré los ojos esperando el impacto, pero al igual que el día anterior en la librería, este no llegó. Abrí los ojos y me fijé en el tren escarlata que se encontraba delante de mí, el Hogwarts Express. ¡Lo conseguí!
Miré atrás y vi a mi familia llegar. Los recibí con una sonrisa radiante.