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Pov.Mae

Amaba estar en familia, aunque mis hermanos eran algo pesados, pero aun así los quería son parte de la familia después de todo, uno tenía 19 y el otro 20. Nuestra diferencia de edad no era mucha, yo tenía 17 en el momento que todo empezó a desmoronarse. Aunque parecía que todo se estaba cayendo desde antes.

Mi padre era presidente, estábamos completamente en cuarentena, no podíamos salir y nadie podía entrar, la seguridad esperaba fuera de la casa y la comida al ingresar era completamente desinfectada.

Hablaba con mis amigas a diario y daba mis clases online como se debía, llevaba mucho tiempo sin ver a Jacob, mi novio, las cosas en el país estaban muy mal. La gente solo salía de sus casas para comprar comida, pero había rumores de que nunca volvían. Nunca me entere de nada real, todo lo que sabía eran rumores.

La única forma de la que me enteraba de lo que pasaba era por mis amigas y Jacob, ellos eran los únicos que me brindaban información. ¿Suena absurdo no? soy hija del presidente, pero no estoy enterada de nada, lo único que ha dicho es que contra menos sepa mejor será.

Estaba a punto de llamar a Carla cuando mi padre ingresó corriendo a mi habitación, su cara fue algo que me asombro mucho, las cosas estaban peor que antes, no tenías que ser muy inteligente para descubrir eso.

—Arma una maleta con todo lo que necesites, te quiero en cinco minutos con tu mochila hecha en la sala.

—¿Qué es lo que está pasando?

—Hay cosas que no te puedo decir, lo hago por tu bien hija, tienes que entenderme.

—Como quieres que te entienda si no me dices que pasa. Llevo 4 meses sin salir de casa, extraño a mis amigas y Jacob.

—Pues tendrás que olvidarte de ellos, yo me encargare de proteger a esta familia como lo he hecho siempre, arma tu mochila y te espero en la sala ni un minuto más Mae.

Me puse a armar mi mochila no sin antes de llamar a Carla, me contestó unos segundos después.

—Hola, se supone que hablamos más tarde.

—Carla, necesito que me digas todo lo que sabes tengo solo dos minutos. Las cosas están peor que antes y necesito saber qué pasa.

—¿Cómo que las cosas están peor? Estamos en el peor estado y ¿aún hay peores niveles? ¿Qué es lo que quieres saber?

—Todo, necesito saberlo todo, nada de rumores, quiero escuchar solo la verdad.

—No sabemos cómo empezó todo, muchos dicen que un experimento se salió de las manos de sus creadores y otros dicen que es un parásito, la verdad no ha salido a la luz aún. En un momento puedes estar completamente bien y super cuerdo, pero al otro puede parecer que perdiste la cordura. Te causa fiebres incontrolables y la mayoría no lo resiste. Es algo completamente mortal si no te matan por estar completamente loco, mueres por las fiebres.

—Te vuelves completamente loco... ¿en qué sentido? —con mi mochila en el hombro empecé a bajar las escaleras.

—Son como zombis, buscan matarte, pero no comerte es como si los llevara un impulso asesino incontrolable, sabes no quiero ofenderte ni nada, pero siento que como si el gobierno intentará crear armas humanas que serían capaces de matar a sangre fría.

—No es una mala suposición hablamos luego o por lo menos eso espero.

—Bueno espero recibir una llamada tuya y no dudes en escribirme. —Tenía miedo de lo que podía pasar.—No creo que zombis sea la definición de ellos siguen siendo humanos, físicamente nada había cambiado, el problema era la rápida decadencia de su salud mental y que se vuelven unos seres sedientos de sangre.

Proyecto: ArlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora