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Pov.Mae

—Bueno, yo de verdad no se si quiero destruirlo o dejarlo. Es algo extraño estar cerca de ti, pero también me siento muy segura. No sé si me logres entender.

—Claro que te entiendo Mae, yo quiero que te sientas lo más cómoda posible conmigo, no quiero que te sientas rara. Nunca pensé que nos conoceríamos de esta manera ni que nuestros momentos más importantes se revelarían cuando nos encontremos, pero creo que es una forma más rápida de conocernos.

—Bueno me gustaría conocerte de verdad, sin el lazo. Cada uno hace una pregunta y ambos tenemos que responder.

—Me parece bien, yo empiezo. —Miro el piso por unos segundos para después volver su mirada hacia mí, no me había dado cuenta del color de sus ojos, al contrario de los míos sus ojos son super claros, son un gris muy clarito con algunas motitas verdes. —¿Por qué decidiste parar a Daniel? Bueno sé que estabas algo, ya sabes prendida, pero lo paraste. —Bueno nunca dijimos que deberíamos empezar suave.

—Simplemente no lo sentí correcto, de alguna manera no sentí las mismas cosas que sentí cuando nos besamos por primera vez y cuando lo empezamos a llevar a más simplemente no puede seguir.

—Bueno cuando fingí mi muerte estaba en toda mi adolescencia y sentía que a los 16 era muy pequeño para hacer todas esas cosas entonces nunca hice nada.

—Bueno tampoco es como si nunca hubieras hecho nada, vamos a decir que eso pudo ser una parte importante de tu vida.

—Es entendible que si yo te vi haciendo lo mismo tú lo hicieras conmigo. —El no lucia avergonzado a diferencia mía. —Hey no tienes de que avergonzarte dentro de todo es lo normal estás en la etapa hormonal.

—Ok, ¿alguna vez te has enamorado?

—Se podría decir que le seguí mucho la pista a una chica, pero no puedo decir que realmente me enamore, ¿tú te has enamorado?

—No, nunca ha sido algo interesante el amor para mí.

—Color favorito.

—Celeste y ¿tú?

—Verde.

Pasamos mucho tiempo hablando y riendo

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Pasamos mucho tiempo hablando y riendo. No sabíamos cuánto tiempo había pasado, pero alguien empezó a correr por los pasillos, el ritmo de los pasos no parecía normales.

—No podemos salir, tendremos que esperar a que alguien sepa que es o que se aburra y se vaya.

—Tenemos que ver qué es y si es un infectado tenemos que matarlo.

—Podría ser que uno se escapó, mi papá tomo un sujeto. Se pudo haber escapado. —Mierda el ruido se acercaba a la puerta. Despacio me acerque y le puse seguro, no haría mucho, pero sería una solución por el momento.

—Como si el seguro los detuviera.

—Cállate, ¿sabes disparar?

—Un poco, tienes en cuenta que si disparas podrías atraer a más.

Proyecto: ArlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora