Proyecto: Arlex

12

Pov.Estheban

No había visto a Mae después de lo que paso con Ailani, sabía que se había llevado algo de comer a su habitación. Las cosas que había sacado de la papelería las había llevado a su habitación así que no podía ir.

—¿Por qué no la llamas?

—No parecería muy intenso eso.

—No lo creo, ella me llamaba siempre dile que yo te dije que lo hagas.

Bueno si me decía algo había sido idea de Carla, cuando pasaba me choque con alguien por andar fijándome en el teléfono, la tome del brazo sin fijarme que era ella.

—Justo te estaba buscando.

—Enserio, yo estaba por llamarte.

—Bueno ya terminé lo que tenía planeado y espero que te guste mucho.

—Apuesto que sí. —Tome su mano y ella frunció un poco el ceño, me fije en su mano y tenía una cortada en el dedo. —¿Qué paso?

—No se usar un cúter y por alguna extraña razón en vez de usar una tijera use un cúter y pum casi un dedo menos. —Tomé su mano y le di un besito a su dedo. —Tengo que ordenar la ropa, es demasiada. —No pude evitar reírme ante eso.

—De verdad porque yo escuche a alguien decir que el closet era muy grande y que había mucha ropa allí. Vamos que te ayudo a ordenar.

—No, luego lo hare. Mi habitación es un desastre, mi cama está llena de cosas y no puedo abrir el closet contigo presente porque allí esta tu sorpresa.

—¿Entonces si vas a dormir conmigo hoy?

—Te había dicho que si, termine más rápido de lo que pensaba. —No me había dado cuenta cuando habíamos llegado a la cocina, pero estábamos allí.

—¿Me vas a ayudar con esto Mae? —Amaya estaba preparando la cena con algunas cosas que habíamos traído del super.

—Si quieres algo comestible para la cena te recomiendo que no. Madre querida, te aseguro que quemo hasta el agua.

—No creo que sea para tanto.

—Lo es cuando intoxico a medio instituto por confundir dos especias. —Carla había dicho que ayudaría a cocinar al igual que Michael.

—No fue para tanto.

—Claro que sí, casi te expulsan y el director no fue por una semana al instituto.

—No lo hice apropósito, aparte yo les había dicho que no sabía cocinar, pero igual me mandaron.

—¿Qué te paso en el dedo? —Amaya veía a su hija con mucho amor, para ellas era como si nunca las hubieran separado y eso era algo de lo que estaba muy agradecido.

—No se usar un cúter, amor me pasas una bolsa de gomitas. Están allí. —dijo señalando una de las estanterías, ella era un poquito más baja que yo. Como una cabeza de diferencia. Cuando se las estaba por dar Amaya me las quito de la mano.

—Primero la cena y después los dulces.

—Pero... —La cara de Mae había sido muy tierna y vi como Amaya dudo entre darles las gomitas o no al igual que yo estaba dudando si pasarle otro paquete.

—Solo esta vez, pero quiero que comas toda la cena. —Ella solo asintió y le dio un beso en la mejilla. Nos fuimos de la cocina y ella abrió su paquete de golosinas.

—¿Quieres?

—No me gusta comer dulces.

—No me voy a quejar por el hecho de que eso significan más golosinas para mí. ¿A dónde vamos?