Proyecto: Arlex

19

Pov. Mae.

—Parece un collar, hay una carta al lado. No pienso meter mi mano de nuevo a ese cajón.

—Entonces lo hago yo. —Estheban metió la mano y saco el collar y la carta. Me extendió las cosas y las vi por un momento. —No tienen nada.

Suspire y las tome, me senté en la cama y abrí la nota.

Nunca pensé dejarte, ni mucho menos escribirte una carta. Pero tampoco pensé que el fin del mundo estaría a si de cerca. Este collar es especial, no solo porque es una de las joyas más valiosas que puedan quedar en la tierra.

Si no que es por el hecho de que te ayudará a balancear tus habilidades, te dará o mantendrá tu energía, al principio te dolerá un poco y se te hará un poco difícil adaptarte, pero lo harás. Se que Ailani ira contigo.

Esos imbéciles creían que me estaban viendo la cara, pero yo siempre he tenido a la persona más poderosa del mundo en mis manos, tú. Espero que tomes el collar como una muestra del aprecio que te tuve.

Lo único que te pido a cambio es que les demuestres a esos hijos de puta de lo que es capaz de hacerse con el apellido Pussett, que nadie nos ve la cara de estúpidos porque siempre vamos un paso más adelante.

Espero que ya estés con los Snorf, sí, si sabía que seguían con vida. Eso es todo porque no me quiero poner sentimental. Hay comida para bastante tiempo y bastantes personas, hay un laboratorio en el sótano porque lo necesitaran y armas en el armario de la entrada.

Adiós, demuestra que los Pussett somos los mejores.

Me quede mirando el collar, si me lo ponía ahora no lograría dormir. Confiaría en el por una única y última vez. Me lo pondría más tarde.

—Me lo pondré luego, si lo pongo ahora no voy a poder dormir.

—¿Que se supone que hace?

—Regula todas mis habilidades y me da o mantiene mi energía. Confiare en el solo porque será la única y última vez que lo haga.

—Está bien. —Me puse un pijama que había encontrado en el closet y me eché en la cama.

—Él sabía que estaban vivos.

—Porque no les dijo a los demás.

—Porque ellos creían que él era estúpido, por eso los tomo a ustedes como una ventaja. La información de ellos no estaba tan codificada como la de Pussett.

—Él sabía que eras capaz de hackear lo que quisieras.

—Si, él no me quería dejar las cosas fáciles para que no me diera cuenta de lo que planeaba. ¿Crees que él pudo fingir su muerte?

—No lo sé, no lo creo. La forma en la que lo hizo sería muy difícil salir en realidad con vida.

—Tienes razón. Buenas noches, te amo.

—Yo también te amo. Te puedo preguntar algo antes de dormir.

—Está bien.

—¿Cómo desarmaste la máquina de afeitar tan rápido?

—Solo solté un lado y ya. No tiene mucha ciencia.

—Te creo. Te amo y cualquier cosa que te haga sentir mal no dudes en decírmela.

—No me auto lesiono y tampoco lo he hecho. Amor, no tienes de que preocuparte. Siempre he tenido amigos con distintos problemas, de ellos aprendí a como desarmarlas, pero nunca lo hice. Yo estoy bien si tu estas bien. —Me acurruco en su pecho y rodeo mi cintura con su brazo.