Extra 2

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Pov. Estheban

Se escuchaban como discutían Pussett y Mae, cuando escuche el golpe estuve a nada de entrar, pero solo complicaría las cosas. Estaba preocupado por ella, el proyecto podría empezar a manifestarse en cualquier momento.

Cuando escuche sus pasos hacia la puerta me fui de allí, estaba claro que ella no sé qué quedaría a la campaña electoral, ella salió antes que yo. Me dio una leve mirada, ella estaba sospechando de mí. La escuche decir que iría al festival y con esa información me fui a mi casa.

***

—¿Puedo salir más tarde?

—¿A dónde?

—Al festival, Mae tuvo una pelea con su padre y podría poner en peligro a muchas personas si pierde el control.

—Estás seguro que no es porque te gusta.

—Ya te dije que ella no me gusta, solo busco...

—Solo buscas protegerla, esta bien. Ten mucho cuidado.

—¿En caso de emergencia la puedo traer a casa?

—Creo que si se peleó con su padre sería buena idea de que la traigas a casa, Pussett puede ser muy insensible.

—Eres la mejor.

—Lo sé, alístate. —Ella salió de mi habitación y me puse un pantalón de jean con un polo grueso y un polerón. Tenía un poco de calor con todo eso, pero si a ella se daba frio podría darle mi polerón sin problema.

***

Cuando estaba por irme estaban Amaya y Robert en la sala. Ellos me vieron y arquearon la ceja.

—Tengo que salir a hacer unas cosas.

—No es buena idea que salgas tan seguido Estheban, ya te he dicho que puedo ir yo a ver cómo están las cosas con ella.

—No a pasado nada malo hasta ahora. Todo estará bien, nos vemos más tarde.

—¿Cuando aceptara que le gusta?, ella es menor que él su romance sería ilegal y apuesto que Pussett lo ve y buscará acabar contigo.

—No me gusta Mae. —Fue lo último que dije al salir de casa, me subí al auto y estuve muchas horas para poner hablar con ella. De un momento a otro la vi desaparecer y me preocupé por eso. Cuando empecé a buscarla la encontré saliendo del baño.

Ella se veía realmente bien, ese top y falda plateada estaban hermosos y se encajaban a ella como un guante, maldición, tenía que concentrarme en lo que estaba haciendo o podría arruinar todo.

—Voy a empezar a pensar que me estas acosando si te encuentro en todos lados. —Maldición mi corazón casi se sale de mi pecho cuando la escuche hablar, su voz estaba algo rasposa. Ella definitivamente estaba bebida, como podían darle alcohol a una chica de 15 años.

—Las coincidencias existen. —Tenía que buscar la forma de defenderme.

—No eso no existe, nada es coincidencia. Todo tiene un porqué, una acción conlleva a una reacción. —Por más ebria que estuviera sabía qué decir.

—Y cuál sería tu reacción si te invito a bailar. —Esa era una carta que me debía jugar si quería ganar su confianza.

—Cuál sería tu intención al hacerlo, lo harías pensando en poder llevarlo a más o porque simplemente quieres bailar. —En algún momento llegaríamos a algo más o eso esperaba, pero en un tiempo. Ella es demasiado joven aún.

—Porque quiero bailar, no todos te quieren en su cama. —No podía evitar ponerme un poco celoso al decir eso, pero ¿por qué?

—No todos, pero muchos sí. —El tipo que estaba hablando con ella no había parado de mirarla. Minutos después todo se descontroló. Ella bailaba muy pegada a mí, su cuerpo rozaba mucho con el mío. En un momento hizo una pausa para ir por algo de tomar y accedí. De alguna manera termine aceptado una bebida rara y ella se tomó unos cuantos shot, aunque evite que ella no tomará de todas maneras lo hizo. El alcohol empezó a recorrer mi cuerpo y empezamos a bailar incluso más pegados que antes, no habría parte de mi que no rozara con la de ella.

Proyecto: ArlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora