HISTORIA COMPLETA.
Y así fue como el apocalipsis empezó, nadie se lo esperaba solo sucedió la gente empezó a morir, las grandes potencias mundiales cayeron una a una.
Esto podría declararse el virus más agresivo de la humanidad, era fácil de transmi...
—Por aquí está el baño—dije mientras pasábamos por el pasadizo. —Creo que la habitación de aquí podría ser la tuya, si no quieres esa tienes la de allí y la del final del pasillo es la mía. Como ya viste es sala comedor y la cocina también parece que ya sabes donde esta.
—¿Tienes un lugar específico donde poner las armas?
—¿Tienes armas?
—Si, un par de pistolas clásicas. —dijo mientras sacaba una de su cintura y otra de mochila—Creo que me quedo con esta, —dijo señalando la primera habitación—hay un centro comercial libre unas cuadras más abajo, mañana podríamos ir a abastecernos de comida.
—Me parece una buena idea, aunque creo que hay bastante en el garaje, se podría decir que los dueños de la casa entraron en pánico cuando empezó todo porque tienen comida como para 3 años.
—Bueno de todas maneras tengo que ir, tienen un área de caza y necesitare un rifle al igual que unos bueno cuchillos.
—Por cierto, también hay toallas femeninas si necesitas en el baño. No soy muy fan de salir de este lugar en una situación así pero no te puedo dejar ir sola. ¿Qué te paso? —Ahora que podía ver más de cerca de veía que tenía rasguños y moretones también en las piernas, su pantalón estaba algo rasgado, aparte los moretones de sus brazos se veían como si hubiera puesto resistencia contra alguien.
—Me tiré de un auto en movimiento—dijo señalando sus piernas—al momento en el que estaba huyendo me caí, pero para mi suerte la atacó una de esas cosas extrañas y seguí huyendo, no me conviene que ellos sepan que tengo armas. —dijo señalando sus brazos.
—Bueno hay champo y jabón en el baño, cuando salgas de la ducha vas a mi habitación, tengo cremas para los moretones, también alcohol y algodón para las heridas.
—Gracias. —después de eso saco ropa de los cajones y consiguió unos shorts y un polo corto.—Parecía que a la chica le encantaba cortar la ropa.—No puede hacer más que reír.
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—No sabes cuánto necesitaba esa ducha.—Paso a mi habitación sobando una toalla contra su cabeza.
—Lo imagino, siéntate. —dije señalando mi costado y joder esa ropa le quedaba extremadamente bien. —Parece que también te golpearon en la cara.
—Si yo estoy así no te imaginas como quedo ella.
—Me la imagino siendo asesinada por una de esas cosas.
—Y no fallas en eso. —mientras ella hablaba me acerqué más a ella, era hermosa, los rasguños y moretones solo le daban un toque rebelde que la volvía más atractiva.
—Sabes antes de todo esto yo podría decir que no sería capaz de sobrevivir un día lejos de tu mundo perfecto.
—Déjame decirte que antes de todo esto mi vida estaba lejos de ser perfecta. Es difícil ser hija del presidente hay muchas cosas que tenía prohibido hacer, una imagen que resguardar, nunca pude ser quien quise por mi padre.
