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Pov.Mae

Fuimos primero a la farmacia y tomamos todo lo que Estheban consideró útil, yo no sabía absolutamente nada de medicina por lo tanto esto era de lo que se encargaba él. No sé en qué momento me desvié, pero terminé en otro pasillo. Podía ver a Estheban desde aquí así que no me preocupe.

Vi algo que llamo mi atención y puse mi mano para quitarlo del estante, sentí unas patotas en mi mano y no pude evitar gritar, mientras sacudía mi mano. Estheban corrió hacia donde estaba y me empezó a ver raro.

—¿Qué paso?

—Había una araña, se paró en mi mano y yo solo quería sacar esto. —dije con una caja en la mano y ni siquiera sabía de qué era. El empezó a reír como loco. —No te rías le tengo mucho miedo a los insectos. Para colmo ni siquiera sé que esto, solo me llamo la atención.

—Son vitaminas, pon unas cuantas en tu carro.

—Pero hay arañas. —Estheban simplemente se fue a donde había dejado su carrito y empezó a caminar hacia mí, habíamos quedado que llenábamos los carritos y los llevábamos al centro y los dejábamos allí para al final subir todo al auto.

—Le tienes más miedo a las arañas que a que te disparen. —Se paro a mi costado y empezó a sacar todas las vitaminas para ponerlas en mi carrito. Al frente se veía una tienda de ropa, pero teníamos que ir al super mercado primero.

—Tenemos suerte de que Jonathan nos haya dado las llaves de todo.

—Te tiene miedo, te aseguro que si supiera que le tienes miedo a las arañas se ríe de ti.

—Me estas dejando de agradar, tenemos que ir al super. —Dejamos los coches en el centro y empezamos a caminar con varios caritos vacíos, unos enganchado al otro así sería más fácil llenarlos de comida he irnos. Primero fuimos a la zona de frutas y verduras para llevarnos la que aun servían, después con los productos congelados. Teníamos dos carritos llenos rebalsando, dejamos los otros dos y volvimos al centro para dejarlo allí.

Nos detuvimos por un momento porque escuchamos gritos y se escuchaba como un vehículo pasaba por el frente, nosotros podíamos verlos, pero ellos no a nosotros. Se dirigían a la residencia presidencial, eso nos dejaba más tranquilos.

—Algo malo paso en la base. —Estheban solo suspiro y dejo el carrito en el centro al igual que yo.

—Tenemos que ir por enlatados y tenemos la oportunidad de ir por dulces.

—¿Qué pasa si hay arañas cerca de los dulces?

—Ayudas a tu bella y cariñosa novia a sacar dulces. —Mi teléfono sonó recibiendo un mensaje era de Robert con tallas de ropa, en se momento a Estheban le pareció buena idea quitarme mi teléfono para llamar a Robert.

—Alo—Robert se escuchaba confundido y preocupado.

—A que no sabes que paso.

—Estheban no empieces. Dame mi teléfono.

—Solo le voy a decir esto y ya. —Dijo mientras caminábamos hacia los enlatados, lo bueno era que Estheban era lo suficientemente alto como para llevar a la parte de arriba de los estantes sin mucho esfuerzo.

—Bueno primera cosa, ¿estás solo?

—Si, ustedes no deberían estar recolectando las cosas.

—Eso estábamos haciendo cuando tu bella hija le llamo la atención unas vitaminas y justo se paró una araña en su mano. —El simplemente se empezó a reír y bueno si me moleste. —Les tiene miedo a las arañas. —Con eso mi papá se empezó a reír.

Proyecto: ArlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora