Pequeña Slytherin🐍 - Draco Malfoy y tú ♡

~ 23 ~

Como esa noche tuve que dormir con Draco, me tenía que levantar a altas horas de la mañana, para ser exactos a las 6 de la mañana ya estaba de pie para ir a ducharme.

- Draco... - dije mientras lo movía. - Draco despiértate voy a tomar una ducha. - dije dándole toques. - Bueno te dejaré una nota.
Me metí al baño y de repente empezó a dolerme la cabeza. Era como una migraña que se extendió de la parte derecha de mi cabeza hasta la izquierda. Era un dolor fuerte, no terrible pero aún así molestaba.
Me senté en el suelo y puse mis manos en mi cabeza, pensando en que haría en el día, solía hacer eso ya que me distraía del dolor. Pero de repente sentí el dolor en el cuello, era como si me tatuaran pero muy bruscamente. Me levanté cuando el dolor cesó, y en el cuello había... una extraña cicatriz, era imposible, nunca me hice daño en el cuello y si hubiera sido ayer no me podría haber cicatrizado a esa velocidad. Lo más curioso era que la "cicatriz"era una serpiente horrible, se veían detalles y de verdad era espeluznante. Pero no me importaba eso realmente, me importaba de que de repente todo el mundo viera que tenía un cicatriz de una serpiente en la mitad del cuello, pero era sencillo que pasara, tenía el pelo algo corto y como en clases me solía hacer coletas para que el pelo en clases no me molestara, tenía bastante difícil que no se dieran cuenta.

- Te estoy hablando ______. Podrías hacerme caso en vez de mirar al espejo todo el día. Me voy a dormir otra vez, cuando te vayas cierra la puerta. - dijo disgustado y algo resentido.

- Perdóname Draco estaba en otro mundo. ¿Qué decías? - le pregunté apoyada en el Marco de la puerta, mientras veía como se acostaba y me daba la espalda.

- Te digo que como no te vayas ya las demás sabrán que has estado aquí. - dijo bastante enfadado.

- No es para que te pongas así. Fuiste tú quién quiso que durmiera contigo. - dije tomando mi móvil y abriendo la puerta, pero Draco me interrumpió en mi intento de huida.

- No te olvides de cerrar bien la puerta. - dijo medio dormido ya.

- Insensible. - le dije y cerré de un portón.

Si que era verdad lo que suponía, un día
me quiere y al otro quiere que me largue y no vuelva. Igual ya estaba acostumbrada, lo único que me faltaba era que la próxima vez no le siguiera el royo, pero dudaba que fuera así porque, menudo cuerpo y cara...
En fin me duché y me cambié, esta vez me puse el uniforme y ya esta. No tenía ni ganas de ponerme ropa arreglada ni nada, así que solo bajé a la sala común y me senté en un sofá a esperar que se abra el Gran Comedor. Estaba muy cansada y todavía me dolía la cabeza como un bombo, cerré los ojos pensando y todavía estaba rayada por que era esa cosa de mi cuello, hoy lo que iba a hacer era hablar con Dumbledore porque con mis padres no podía. Cuando abrí los ojos miré al móvil para ver la hora, y mágicamente ya eran las 9 de la mañana, llegaba tarde a mi clase de pociones. Me levanté y vi que Nott salía por la puerta.

- ¡Nott! - le llamé antes de que se cerrara la puerta de piedra de la sala común, pero no me oyó. Lo raro era que nadie se había levantado para ir a clases, aunque no los culpaba yo tampoco quería ir. Tomé mi libro de pociones y me dirigí lentamente hasta llegar, aunque llegara muy tarde, estaba mareada por el alcohol todavía.

- Buenos días... - dije medio dormida cuando entré en la sala.

- ¿Qué hace aquí señorita Slytherin? - me preguntó el profesor mientras ordenaba unos papeles.

-¿¿Cómo que qué hago aquí?? - dije mirándole a los ojos. - Es primera hora y toca pociones, ¿no?.

- Hoy no hay clases ______. - dijo serio y mirándome como si estuviera loca.

- Pero si es martes. - dije mirando a la clase. - No hay, nadie. - dije lentamente. - Soy estúpida por eso nadie salía de la sala común ni de sus habitaciones. - dije apoyando mi cabeza en el marco de la puerta y cerrando los ojos.