Capítulo 25. Desgarre

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– ¿Quieres que te ayude en la ducha? — pregunta desde afuera — Parecía que no podías mantenerte en pie mucho tiempo

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– ¿Quieres que te ayude en la ducha? — pregunta desde afuera — Parecía que no podías mantenerte en pie mucho tiempo

– ¡Consigueme una pastilla! — grita dejando que el agua corriera por su cuerpo — Tal vez dos...

– Pero ni siquiera sabes si la puedes tomar — ríe

– Buscalas y si no puedo, te las tomas — mueve los hombros





Unos minutos después sale en toalla, caminar era un martirio sentía como sus músculos se tensaban cada que daba un paso, se puso otra de sus pijamas volviendo a la cama enseguida estaba sola en el cuarto al parecer pues Luís fue a buscar en el botiquín las pastillas, mientras ella veía la forma para acostarse sin sentir tanto dolor o perder a la bebé al tirarse así como así.





– Despacito... — murmura sentándose — ¡Ay! — se acuesta rápido respirando hondo — Carajo...

– Te conseguí las pastillas — ríe entrando — ¿Que pasa?

– Me duele todo el cuerpo, eso pasa — se queja

– ¿Ya hablaste con tu médico? — va a ella

– Le escribí antes de entrar a la ducha, pasamelo porfa — lo ve

– Claro linda — va — Ya te respondió — lo revisa desde la barra de notificaciones — Dice que si puedes

– Que alivió — sonríe

– Ten — se las mete a la boca — Y te traje agua con un popote — ríe

– Te amo — murmura antes de pasarse las pastillas

– Lo sé — se acuesta a su lado — Escucha no es necesario que vayas con nosotros al parque

– Si el dolor no pasa, me quedo — cierra los ojos

– En un rato te despierto para desayunar ¿Está bien? — acaricia su cabello

– Si podría ser en la cama mejor — susurra

– ¿No era que no te gustaba comer en la cama? — sonríe

– Es una emergencia — lo abraza — Mi existencia duele

– Lo sé amor — soba su espalda — Yo te cuido





A las 09:30am la despierta para desayunar, el dolor no era tan intenso pero lo mejor era quedarse en la cama ese día, apenas pudo sentarse de hecho, Luís tuvo que encargarse de que coma, dado que comenzaba a sentirse un poco mal pero el malestar pasó una vez se acostumbró a el desayuno, después Lucho se les unió viendo una película, mientras Luís se divertía molestando a Altagracia con la comida, le alejaba el pan antes de que pudiera comerlo.





Perfume de mujer [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora