Capítulo 78. Confías?

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- Si, estoy bien -- se echa aire -- Podrías traerme mi termo con agua por favor?

- Claro -- avienta el control sobre la cama y va

- Está muy pendejo o ya sabe lo que es -- murmura apagandolo -- Porque cuándo se trata de mi, las cosas salen mal -- guarda todo en la caja que mete bajo la cama

- Segura que estás bien? -- entra cerrando la puerta -- Puedo llamar al médico -- le da el termo

- No es necesario -- toma un poco -- Me sorprendiste un poco nada más

- Linda -- coloca la mano sobre su pierna -- Detesto hacerte llorar, se que la cagué con lo del rastreador pero pensé que eso haría que te quedes en casa hasta que vuelva

- Por qué quieres con tanto desespero que me quedé en casa? -- se acerca quitándole el cinturón

- Linda -- la ve -- Quisiera poder hablar sin que me trates cómo un objeto sexual

- Sabes que eso es mentira no? Puedo ver en tu cara que estás adorando que te desvista -- desabrocha su pantalón

- Contigo no se puede fingir nada no? -- le quita la bata -- Bueno pero podríamos resolver esté tema antes de que hagamos el amor varias veces cómo locos? -- pide

- Me convenciste con lo de varias veces -- asiente -- Ahora responde mi pregunta por favor -- se amarra el cabello

- Bien una de las razones es que andas con tus hormonas revueltas, no piensas sólo actúas, lo cuál me encanta pero también me preocupa -- la ve -- Estás todo el día con el plomero que se nota babea por ti

- Déjame ver si entendí -- frunce el ceño humedeciendo sus labios -- Resumiendo, no confías en mi, es eso?

- En el plomero amor, tú estás muy vulnerable, se puede aprovechar -- intenta acercarse

- No Luis, dejá de disfrazar lo que para ti es un "problema" -- se levanta bajando su pijama -- Le voy a dejar algo claro señor Navarrete -- cruza los brazos -- Llevó siendole fiel desde hace mucho, no me gustan las mentiras por eso siempre fui clara, aguanté cosas que no debía porque nuestra única relación era de amantes

- Estás haciendo esto más grande de lo que es -- la interrumpe

- Cállate que estoy hablando yo -- lo señala -- Dejé mis miedos al compromiso y maternidad por ti Luis -- suspira -- Yo nunca tuve la intención de jugar a la casita contigo pero aquí estamos no? Te estoy por dar un hijo otra vez -- alza la voz -- Y sólo son dos cosas que espero de ti

- Que cosas? -- se anima a preguntar ya que se había callado

- Que confíes en mi -- levanta el dedo índice -- Y que me ames -- hace lo mismo con el del medio -- Es lo único que espero de todos -- sube la mirada -- Pero parece que esas cosas son muy difíciles, tendré que pensar en otras dos

- Mi amor entiende -- se levanta yendo a ella

- Entiende tú Luis! -- pone la mano para que ya no se acercará -- Para que te enterés, mis hormonas están tan bien controladas porque con la única persona que me interesaba coger era contigo -- lo encara -- Es sólo una escusa para que tú cedas a estar conmigo en cualquier momento del día -- va a la puerta abriendola -- Quiero pedirte que hoy no duermas aquí

- Altagracia -- la ve

- Por favor, no quiero verte y mucho menos escucharte, hubiera sido más sencillo que sólo vinieras me besaras y las cosas estarían bien -- suspira -- Porque parece que sólo ahí nos llevamos

- Podemos hablar mañana? -- toma sus zapatos

- Si, en la mañana estaré libre -- evita mirarlo -- Tengo trabajo que terminar para reabrir mi constructora, ahora por favor -- señala la puerta

- Si ya me voy -- besa su mejilla antes de salir

- No vamos a llorar -- murmura echándose aire -- Mierda -- suspira cuándo las lágrimas salen solas -- Bueno tal vez un ratito





Aquella noche a ambos les costó conciliar el sueño, Luis tuvo que pasar la noche en su casa, aprovechó ese tiempo de soledad para pensar en las palabras que usaría mañana, ella tenía razón, cómo la mayoría de las veces y pensar que tal vez ahora ella andaba echa un mar de lágrimas por su culpa le causaba un dolor en el pecho.

Al día siguiente fue con ropa casual hasta el departamento, se había dado el día libre para pasarla con ella o bueno ese era el plan ayer, ahora sólo quería poder resolver las cosas, Magda le abrió la puerta con su típica energía que en cierto modo lograba contagiartela.





- Bienvenido señor Luis -- se hace a un lado -- Quiere que le traiga un café?

- Hola Magda -- pasa -- Tu patrona ya está despierta?

- Si, está en la terraza tomando su desayuno -- señala -- El día está tan bonito, bueno ahora regresó con su café permiso -- se retira





Antes de ir con ella pasa al cuarto de Dash, al ser tan temprano ella aún dormía, se queda unos minutos apoyado en la cuna apenas observandola, siempre se dormía con un peluchito en forma de estrella, si ese no estaba en la cuna durante la hora de dormir pasaría una desgracia.

Acaricia su mejilla regordeta con una sonrisa leve y va al cuarto de Lucho, dejandola descansar, tuvo que levantar algunos juguetes que se encontraban en el piso para evitar que cuándo Magda viniera a despertarlo tropezara, lo cobijo y plantó un beso sobre su frente, sólo estaba tratando de hacer tiempo para no tener que ir a enfrentar a la reina de las nieves, siempre se era fría luego de una pelea.





Maratón

Perfume de mujer [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora