Perfume de mujer [En Edición]

Capítulo 56. Berrinche

- Mamá -- pronuncia al estar en el coche -- Me perdonas

- No -- veía por la ventana -- Desde ahora le pagaré a alguien para que me cuente si esas dos mal agradecidas están bien

- Mamá no hace falta que pagues a nadie -- ríe -- Te diré todo lo que quieras saber y ya no intentaré reunirlas

- Si lo haces, te corro -- da de hombros

- Y con eso logras que juré no hacerlo -- asiente

- Lo sé -- sonríe -- Ahora reza para que todo esté bien en casa

- Ay pero admite que te hacía falta salir un poco -- se queja

- Me hubieras llevado al centro comercial, por helado o cualquier otra cosa -- la ve

- Bien lo tendré en cuenta -- ríe

- Gracias y para que sepas -- se quita el cinturón -- Esté fin de semana íbamos a andar en yate por un rato -- se baja

- Dime que todavía voy a ir! -- se baja rápido del coche -- Mamá esperame

- Tal vez, no lo sé -- entra al edificio -- Hola Manuel -- saluda al portero

- Buenas Doña -- sonríe -- Llegó su correspondencia -- se la entrega

- Muchas gracias, sabes si Luis sigue con vida? -- llama al elevador

- Pues hasta ahora nadie pidió una ambulancia, ni que llamará a los bomberos -- bromea

- La policía tampoco? -- lo ve

- No Doña, creó que todo está bien -- ríe

- Bueno, gracias Manuel -- entra

- Adiós Manuel -- lo saluda con la mano siguiendo a Altagracia

- Hasta pronto señorita Mónica -- sonríe y se sienta a leer el diario

...

- Ves mamá -- se cruza de brazos -- El está bien

- Luis no me preocupa -- la ve -- Son los monstruitos, los descuidas un momento y es un desastre

- Luis seguro tiene todo bajo control -- le resta importancia

- Mónica, Luis tiene todo, menos control -- busca sus llaves al salir

- Que fe le tienes -- ríe

Al abrir la puerta, la sala estaba hecha un desastre, juguetes regados, marcas de manitas con pintura sobre la mesita y el piso, la cocina ni hablar, ahí descubrió que no era pintura sino colorante vegetal, había masa sobre la isla de la cocina con el mencionado colorante, habrán querido hacer galletas azules? O plastilina?

Al seguir su camino, revisa su cuarto, al menos ahí no había ningún destrozo, estaba cómo lo dejó, claro que las huellitas de piecitos azules seguían hasta el cuarto de Lucho, estando frente la puerta respira profundo antes de empujar la puerta, encuentra a los tres ahí, Luis estaba en medio evitando que se pegaran ya que para variar andaban peleando.

- Por qué mi bebé está azul? -- dice al ver a Dash -- Luchó está igual -- entra y la carga -- Que carajos pasó -- va al baño trayendo las toallitas húmedas

- Íbamos a hacerte galletas -- explica el -- A Lucho se le ocurrió que sean azules, empezaron a pelear por quién hacía la forma de la estúpida galleta -- la observa regresar -- Dash quiso comer la masa y pues quedó azul