Al pasar las horas dejo dormido a Lucho en el sofá con una cobija sobre él, se acercaba la hora de cenar y José Luís ni sus luces, empezaba a preocuparse, tal vez le pasó algo o de plano abandono al niño dejandoselo a su cuidado. Trató hasta el cansancio poder hablar con él pero la mandaba a buzón, caminaba por la sala tratando de calmarse, Lucho no podía verla así o se preocuparía también, intenta una vez más esperando que contestará.
– Hola — contesta
– ¿¡Hola!? — sale al balcón — ¿Dónde estás José Luís? ¿Por qué no contestabas?
– Estoy en el hospital — suspira — Me llamaron de la casa, Eleonora trató de suicidarse, ahora le están haciendo un lavado de estómago
– ¿¡Qué!? — se sienta — ¿Y qué vas hacer?
– No puedo dejarla porque si necesitan firmas por si empeora tengo que estar aquí — masajea su frente — ¿Podrías quedarte con él? Es lo último que te pido
– Tranquilo — mira a la sala — Yo lo cuido, ahora está dormido pero le voy a despertar para cenar
– ¿Me llamas cuando esté bien despierto? Así le explicó porque no iré por él — mira al médico acercarse — Te hablo después el médico llego
– Bien, mantenme informada — cuelga yendo a Lucho — Corazón — se agacha moviendolo leve — Hay que despertar
– ¿Papá ya vino? — murmura estirandose
– No mi amor, pero debemos cenar — lo descobija — Arriba
– ¿Doña sirvo ya la cena? — dice desde la cocina
– Si por favor — lo carga
– ¿Y papá? — pregunta adormilado
– Ahorita lo llamamos ¿Si? Vamos a comer primero — lo lleva a la mesa
– ¿Le sirvo también Doña? — deja el plato en la mesa
– Aún no, primero haré que él coma — se sienta colocandolo sobre su regazo
– Está bien, sino le molesta cenaré también — va a la cocina
– Puedes sentarte aquí con nosotros Magda — le avisa — Me gusta la compañía
– ¿Segura? No quiero molestarla — dice con su plato en las manos
– Si — le acerca la comida a Lucho — Abre la boca
– ¿Hablaste con papá? — abre la boca
– Si — espera que se lo pase para darle otro bocado — Está algo ocupado cuidando de tu mamá
– Uhm — abre la boca
– Ahorita que te lo acabes dejo que le hables — toma una servilleta — Ahí está — sonríe terminando de limpiar su boca
– Ya no quiero — aleja el cubierto con sus manitas
– Bueno, de todos modos comiste bastante — lo baja marcandole a Navarrete
– Hola — dice bajo
– ¿Puedes hablar o te llamó luego? — indaga
– No, está bien, dime que pasa — cierra la puerta
– Lucho quiere hablar contigo — le dice que espere
– Bueno pasamelo — observa de reojo a Eleonora
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Perfume de mujer [En Edición]
Fiksi PenggemarAquí les va mi aburrimiento en está cuarentena