Wolf

Capitulo 2: "Dulce Tentación"

Me adentre en aquellas frías y oscuras paredes de arbustos, las chicas, para ser chicas corrían demasiado rápido, no alcanzaba ver a nadie, solo corría sin tener un rumbo fijo, había olvidado como llegar al centro del laberinto, sentía pánico, de pronto escuche el rugido de toda la manada de chicos que se adentraban en el laberinto, de inmediato comencé a correr como si fuera la presa de un lobo,  me escondí detrás de una pared que sabia que seria difícil de hallar , ya que incluso yo, no recordaba como había llegado, aguarde lo suficiente como para calmar mi respiración que estaba agitada.

A través de las paredes se escuchaban las risas y gritos de las chicas al ser atrapadas por los muchachos, por lo menos ellos se divertían, en cambio yo me la estaba pasando muy mal, parecía una tortura al estar ahí escondida en medio de la noche y en un lugar que odiaba.

Todo parecía calmarse hasta que escuche unos pasos que  se acercaban, me encogí y tape mi boca para callar mi respiración, mis ojos estaban humedeciéndose, estaba muriendo de miedo,momentos después, aquellos pasos se fueron alejando hasta ya no escuchar nada solo el rugir del viento, espere unos cuantos minutos y me atreví a salir.

La vista era terrorífica, solo se veía un largo pasillo de enormes arbustos y mucha neblina, tenia miedo pero tenia que salir de ahí, así que comencé mi recorrido, esta vez mucho mas tranquilo, solo iba caminando, saliendo y entrando de diversas paredes que parecían no tener fin.

Al llegar a una esquina escuche un crujido, parecido al de alguien pisando una rama, me paralice por completo, me apegue a la pared y muy sigilosamente trate de asomarme para ver de donde provenía aquel ruido, cuando asome por completo mi rostro no pude percibir nada, no había absolutamente nadie ahí, tal vez solo era mi mente que jugaba conmigo, me di vuelta para regresar a mi antiguo camino y al instante me tope con algo duro que había golpeado mi frente, al alzar mi vista, observe que se trataba de un pecho firme y varonil.

Era un chico alto, yo apenas alcanzaba los 1.57m y el aparentaba unos 1.83m, el pánico y el miedo regresaron de nuevo, no sabia que hacer, estaba completamente paralizada, solo tocaba mi frente debido al golpe y veía la mirada oscura y fría de aquella persona , no podía distinguir sus facciones, todo estaba tan oscuro, de un instante a otro llevo sus manos a mi cintura y me acorralo a las muy incomodas paredes.

Mis ojos se abrieron como platos ante su tacto, mi corazón palpitaba muy rápido, sentía como si se fuera a salir de mi pecho, él no me quitaba la mirada de encima, la podía sentir sobre mi, se acercó a mi oído y pude conocer su seductora voz.

-Caperucita quiere ser comida por el lobo, ¿cierto?.- Deslizó un dedo en mi entrepierna subiendo mi vestido, su delicioso aliento inundo toda mi nariz, pude sentir como una sonrisa se formaba en sus labios.

-¡No!.- dije susurrando y moviendo la cabeza, tenia miedo, pensaba que si movía un solo musculo mas estaría muerta.

Aquel extraño soltó una carcajada y deslizo su lengua por mi cuello, me estremecí con su tacto, solo sostuve con fuerza parte de su vestimenta, tratando de apartarlo, comenzó a lamerme delicadamente mientras su mano se adentraba mas en mi entrepierna.

Quería escapar, pero me tenia bien sujeta de la cintura, él sujeto al notar mis forcejeos se apego mas a mi cuerpo, pude sentir como su polla estaba completamente dura y caliente.

-¡Por favor, detente!.- dije con lagrimas apunto de salir de mis ojos.

-Aun no he acabado contigo.- dijo mirándome para después pegar sus labios a los míos, eran tan suaves y deliciosos, en los primeros instantes me contuve, sin embargo al ser tan constante me deje llevar, era mi primer beso, y con un completo desconocido, ¿En realidad importaba?,  nuestros  corazones palpitaban muy rápido y al mismo ritmo, de un momento a otro introdujo su lengua en mi boca y comenzó a jugar con la mía, su mano jugaba con mi parte mas intima, estimulándola, se sentía delicioso, sin embargo tenia miedo, mucho miedo, por el simple hecho de que me gustara, jamás creí que seria capaz de hacer esto y mucho menos con un desconocido, sin embargo no me podía resistir.

-¡A-Ahh!.- deje escapar un ligero gemido, estaba tan avergonzada por eso, en ese momento agradecí que fuera de noche , para que el desconocido no pudiera ver  lo rojo de mi rostro.

-Mmmmm, quiero comerte ahora.- me dijo al oído, al instante que me cargo, provocó que mis piernas rodearan su cintura, de nuevo dejaba ligeros besos en mi cuello, estaba cayendo en una dulce tentación, lo estaba disfrutando hasta que mis nervios me traicionaron, comencé a sentirme débil, sin fuerzas y un fuerte sueño me inundo, mis ojos comenzaron a cerrarse y de repente todo se volvió negro como su mirada y frió, a lo lejos pude escuchar una voz.

-Duerme .....¡Gatita!.