Esa noche me fui a la cama con una gran sonrisa en el rostro, tanta felicidad no podía caber en un pequeño musculo llamado corazón, todo parecía tan irreal, tener como acompañante a Sehun, al mismísimo Oh Sehun, mi cerebro aun no procesaba muy bien esa información.
En la cama recordaba cada palabra que Sehun había dicho en el lago, y de pronto se me vino a la mente algo que había omitido por tanta Dopamina en mi cerebro, ¿Ojos tristes?, ¿Carita llena de lagrimas?, ¿Que era lo que Sehun trataba de decirme?.
Mi mente trataba de forzarse a si misma para encontrar el mensaje oculto debajo de sus palabras, sin embargo había sido un día agotador y de un momento a otro mis parpados se comenzaron a sentir pesados, inconscientemente se fueron cerrando poco a poco hasta quedar completamente sellados.
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Me encontraba sentada el jardín de la abuela, Mamá no paraba de llorar, hace una semana que Papá había sido brutalmente asesinado, recordaba que los primeros días yo me encontraba en la misma situación de mi madre, pero me trataba de convencer a mi misma que Papá estaría en un mejor lugar ahora, él siempre estaría en mi corazón y por consecuencia siempre estaría vivo para mi.
Mi vestido negro daba a notar mi estado de animo, eran alrededor de las 18:00 y el crepúsculo estaba en su punto, desde que tenia memoria me gustaba ver por la ventana los atardeceres, era la hora en que los rayos del sol parecían mas vivos que nunca, como si el cielo estuviera envuelto por las llamas del infierno.
Me estaban consumiendo aquellos colores vivos cuando el aullido de un lobo que provenía mas allá del laberinto me asustó.
Mi mirada buscaba desesperadamente a mi Madre, pero no la encontraba por ninguna parte, había olvidado que la abuela siempre decía que a esta hora los lobos comenzaban a deambular por el bosque, jamás había visto uno, pero la abuela siempre que hablaba de ellos, se llenaba de terror y pánico, otro aullido se escucho, sabia que debía correr hacia la casa de la abuela y cerrar todo con llave, sin embargo mi curiosidad pudo mas que mi miedo.
Me deje guiar por los tristes aullidos, cruce el laberinto y llegue justo a la entrada del bosque, cada vez estaba más cerca, sentía como mi corazón palpitaba muy fuerte y las piernas me temblaban, pero mi instinto me decía que siguiera, que no había marcha atrás y así lo hice.
Comencé a sumergirme en la penumbra de los arboles, no tarde mucho para encontrar un camino con manchas de sangre sobre las hojas secas del suelo, ése fue el detonante perfecto para que me llenara de pánico, sin embargo comencé a correr en su dirección, era como si una fuerza sobrehumana me jalara, los aullidos se hacían cada vez mas fuertes, me estaba acercando.
Después de atravesar con dificultad una pequeña maleza, mis ojos se salieron de sus órbitas por lo que estaban observando, el cuerpo de un lobo herido yacía en el suelo, podía ver perfectamente su gran herida a la altura de sus costillas, su brillante sangre no paraba de escurrir sobre su suave pelaje color gris para encharcarse alrededor de él, estaba paralizada, sus húmedos ojos negros encontraron los míos, se podía ver el dolor en ellos, instantáneamente se me vinieron a la mente las imágenes de mi Padre muerto en aquel callejón, comencé a temblar y sin darme cuenta las pesadas lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas, sentía una enorme opresión en el pecho al ver como aquel lobo le pesaba respirar, no podía entender como toda mi familia odiaba a estos seres, aquel ser vivo tendido en el suelo era lo más hermoso y triste que había visto en mi corta vida.
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Wolf
Fanfiction"Se encontraba aburrido en el cielo, así que descendió con ella al infierno a jugar..." _____ Molins no conocía lo que era la tentación, hasta que aquella noche, en aquel juego, se paro justo enfrente de ella, en forma de un chico alto, delgado y co...