Me desperté con un intenso dolor de cabeza, trate de abrir mis ojos los cuales parecían estar pegados parpado con parpado y note que me encontraba en la habitación de la abuela, un trapo húmedo estaba colocado en mi frente y a lado de mi se encontraba mi madre durmiendo, trate de levantarme un poco sin hacer ruido para no despertarla ya que sabia que me interrogaría, y ya tenia suficiente con el dolor de cabeza.
Después de sentarme en la cama, aquellas imágenes de lo ocurrido anoche sacudieron mi memoria, sus manos, sus caricias, sus besos, instantáneamente toque mis labios y los lamí tratando de rescatar el poco y delicioso sabor de aquel desconocido, pero ¿Qué había pasado después de eso? , ¿Como diablos había llegado hasta la habitación de mi abuela?, trate de ponerme de pie, pero la cama emitió aquel horrendo chillido e inmediatamente mi madre se sobresalto, su mirada color café me busco y me encontró parada.
-Mi niña, ¿Qué estas haciendo?, recuéstate estas muy débil para salir de la cama.- dijo mi madre yendo hacia mi y obligándome a acostarme de nuevo.
-¿Como llegue aquí?.- dije queriendo saber que era lo que había sucedido.
-Tu abuela ha llamado y me ha dicho que te encontró en el laberinto sola y acomodada en el piso, tal parece que te habías desmayado.
Mi madre había dicho SOLA, SOLA, no era posible yo estaba con alguien, lo pude sentir, él me beso, me acaricio, lo que decía mi madre me resultaba ilógico e irracional, estaba totalmente convencida de que la noche anterior me había encontrado con aquel desconocido, comencé a preguntarme si todo había sido producto de mi imaginación.
-M-me siento mejor, creo que saldré a tomar algo de aire fresco.- dije de nuevo tratando de salir de la cama.
-¡______ Molins, tu no sales de esta habitación!.- dijo mi madre exasperada y yendo de nuevo hacia mi.
-¿Pero que es todo este ruido?.- la amenizante voz de mi abuela entrando a la habitación con tazas de té, galletas y alguno que otro bocadillo.
-¡Abuela!, es solo que quiero salir al jardín ,pero mamá piensa que es malo para mi.- dije con un tono de inocencia, sabía que mi abuela me consentiría y me dejaría salir.
-¡Si lo es! Tienes que quedarte a reposar un poco, aun no estas lista para salir.- dejó aquella charola en una pequeña mesita colocada cerca de su ventanal y se dirigió hacia mi, y toco mi frente para asegurarse de mi estado de temperatura.
Mi mandíbula cayo abierta, -pero que les sucedía a ambas-, jamás espere esa respuesta de mi abuela.
-Ahora vuelve a la cama señorita y come algo, que no has probado alimento en todo el día.
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Wolf
Fanfiction"Se encontraba aburrido en el cielo, así que descendió con ella al infierno a jugar..." _____ Molins no conocía lo que era la tentación, hasta que aquella noche, en aquel juego, se paro justo enfrente de ella, en forma de un chico alto, delgado y co...