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- ¿Quién será el siguiente Pierre?- La Pelirroja indagó apoyándose en el fregadero de granito. Su hermoso rostro de muñeca parecía muy disgustado.- Ya sabes como son los de arriba ¿No?

- Má tiene razón Pierre. Ya jugaste lo suficiente.- Rô se deshizo del moño que había hecho en el pelo y se rascó la parte trasera del cuello.  El tipo era de lejos tan hermoso como Pierre, y sin embargo, había algo en él que hacía que todos  perdiesen el aliento. Quizá por su cuerpo endiabladamente definido, musculatura envidiable y un rostro que parecía haber sido esculpido por los dioses. O por su piel morena, que parecia estar compuesta por los mismísimos rayos de sol. O quizá por su largo pelo castaño claro, que de tan liso parecían como las olas del mar. Aunque por desgracia,  era un poco más corto que el pelo  de Pierre, pero por muy poco. Así de exótico era Rô. El cocinero de ojos color café, alguien tan hermoso por fuera pero el opuesto por dentro. Pierre también era algo parecido, pero eso no  significaba que los dos  fuesen lo mismo. 

La única diferencia obvia entre Rô y Pierre se resumía en la belleza de cada uno. Pierre era el tipo de hombre que las mujeres fantaseaban en un cuento de hadas, y Rô era el bárbaro lujurioso que las salvarían de una vida de aburrimiento, tanto en la cama como en otros "aspectos."

- Lo sé. Pero todavía necesito tiempo.- Pierre arrastró una de las sillas que tenía a mano en Existence y apoyó el pie derecho sobre ella.- Todavía no tengo su completa confianza.

- Los de arriba eso les da igual.- Má cruzó los brazos con aburrimiento.

- Necesitamos un nombre Pierre. Ahora. - Rô arrastró otra silla y se sentó.

- Lana. Es una adolescente, tiene órganos en buen estado.- Apartó el flequillo de los ojos antes de seguir.- Está obsesionada conmigo. Hice lo imposible para que lo estuviera.- Explicó.- Tengo su ID, podría contactarme con ella en un hotel mientras vosotros piden una habitación contigua a la nuestra. Será fácil.

-   ¿Tenia que ser joven?- Má bufó.- Ya sabes como son las autoridades  con la carne fresca. La echarán en falta, y la excusa de la eutanasia es inviable.   No nos sirve.

- Entablaste amistad con una señora ¿hace poco no?- Rô indagó. - ¿Qué sabes sobre ella? Podríamos elegirla.

- ¡No!- Pierre alzó la voz de inmediato. Rô y Má lo observaron con curiosidad.- Ella todavía no.

-  ¿Y por qué no? - Rô preguntó con curiosidad.

- Necesito que ella confié plenamente en mí antes de hacer nada.- Pierre razonó cerrando los  ojos un momento.- Quiero tenerla en la  palma de mis manos.- Suspiró un segundo antes de volver a abrirlos.- Seguro sabrá deliciosa las historias que ella tenga para contarme.

- Menudo sociópata tenemos aquí. - La pelirroja comentó con indiferencia. -   ¿Y sabes qué? Haz lo que te da la gana.

- No te había pedido permiso para hacer nada, pero gracias.-  Pierre dio de hombros antes de encarar a Rô con seriedad. - Lana no será un problema. Hice bien los deberes y sé que los padres de la chica no están muy por la labor de cuidarla.- Explicó con una frialdad muy atípica en él, como si el Pierre de ahora fuese una persona completamente distinta al Pierre amable de Existence. - Haremos como si ella hubiese huido de casa. Será fácil. Lana es estúpida, y los demás lo saben.  Utilizaremos esto a nuestro favor.

Rô se levantó de la silla con hastío. No parecía importarle quién sería la víctima realmente, solo quería tener el trabajo hecho. - Bien, ya tenemos un nombre. Ahora ¿Cuándo?

- Entraré en contacto con ella, así que hoy será perfecto. - Pierre respondió con desinterés.

- ¿La chica tiene alguna preferencia? - Má alzó la mano haciendo que Pierre la mirase.

- No me molesté en preguntar.- Dijo con asco. - Repartir el cuerpo entre los dos. No me importa lo más mínimo.

- Por la carita de desagrado que llevas encima me da a mi que haremos todo el trabajo sucio nosotros.- Rô apuntó a Má y ella lo miró a él.

- No.  Yo ayudaré gustosamente. - Pierre se hizo mientras empujaba la silla a un lado. - Haré todo lo que ella espera de mí. Pero no de la forma quiere.

- ¿Tan mal te cae la chiquilla? - Má se rió antes de dirigirse a la puerta de salida.

- No soporto la gente estúpida. - Dejó caer.-  Y mucho menos las hermosas.

El Mundo Que Pierre  AdoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora