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La lluvia había pasado, y el viento empezaba a apaciguar el ambiente.Las copas de los árboles ya no se balanceaban de forma descontrolada como prueba de ello. De igual forma las personas antes acobijadas en Existence empezaban a dispersase.

Gloria sin embargo se mantuvo allí, con el libro abierto sobre la mesa, en su mundo, sin darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor, o eso es lo que aparentaba. El tazón de chocolate que había pedido ahora se encontraba completamente vacío en una esquina de la mesa. El platillo que había pedido  de galletas había tenido un final parecido. El único que quedaba pendiente de terminar era el libro que Gloria devoraba con ansias.

-Buenas tardes señora, ¿Querrás algo más?- Una Joven pelirroja de ojos verdes claros se hizo oír. Gloria alzó la mirada, sorprendida un momento que no fuera Pierre quien la atendiera.Pero su sorpresa pasó con igual rapidez. La pelirroja a cambio observó a Gloria un largo rato hasta que se  dio cuenta de algo. - Perdone señora, ¿Nos conocemos de algo?- Preguntó ensimismada.

- No, pero eso se puede arreglar.- Sonrió amable.- Me llamo Gloria, ¿Y usted señorita?

- Marta, pero aqui todos me conocen como Má.- Respondió la joven.- ¿Desea usted algo más?

Gloria la observó un largo rato antes de negar con la cabeza y cerrar el libro que llevaba en manos.

- No, creo que ya tuve suficiente por hoy, gracias.- Se sacó una tarjeta transparante del bolsillo de su pantalón y miró a la chica. - ¿Me cobras?

-Por supuesto señora.

- Gracias.

El Mundo Que Pierre  AdoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora