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—Sirius... —entro al salón, el cual estaba lleno de flores de colores, con muchas fotos de los chicos y nuestras flotando, velas por todos lado y en medio una pancarta en la que ponía "FELICIDADES CACHORRITA" en letras rojas y doradas, una gran tarta en medio y dos paquetes al lado, me giro y veo a Sirius sonriendo desde la puerta, corro a él y lo beso, el me agarra y me levanta así que aprovecho y paso las piernas a los lados de sus caderas

—Gracias, gracias, gracias —digo dándole besos por toda la cara

—Hay una sorpresa más, pero para esa tendrás que esperar hasta la noche —susurra y lo vuelvo a besar

—¿Qué es? —pregunto y pongo cara de pena

—No me mires así —dice haciendo pucheros

—Dímelo... —susurro en su oído

—No, te quiero enana, abre los regalos —me baja y camino hasta los regalos

Abro el primero y es un peluche de un perro negro, me giro riendo y el sonríe.

—Para que me tengas cerca cuando duermes con las chicas —dice y abrazo al peluche

Abro el segundo y...

—Muy gracioso, este regalo es para ti, no para mí —me giro sonriendo

—Pero te lo pondrás tú —sonrío e y me abraza

—¿Esta noche? —pregunto nerviosa

—No, cuando estés preparada para volver a hacerlo, puedo esperar, te esperaré —susurra y lo beso, es el mejor

¡HEY POTTER! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora