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Me despierto en un aula de pociones atada de manos a una columna, el aula está llena de tubos de ensayo y calderos llenos de polvo, se ve que esta ya no la usan.

—Despertaste, ¿qué tal guapa? —me dice Jack sentado delante mío

—¡Suéltame! ¡Estás loco! ¡AYUDA! —el se ríe

—Grita grita, no te van a oír —dice señalando su varita

—Eres un psicópata, ¿por qué me haces esto? —pregunto llena de rabia

—Porque serás mía y si no es por las buena va a ser por las malas —dice y se pone muy cerca mio, intento darle una parada pero las piernas me duelen muchísimo y no puedo moverlas

—Vaya, no puedes, si que funciona bien este cuchillo muggle —me pone el cuchillo en la mejilla y sonríe al vetr mi cara

—Estás loco —digo y corta un pequeño mechón de mi pelo y lo mete en un sobre

—A tu novio le encantará recibir esto, vaya si le gustará —me mira sonriendo y me besa a la fuerza pero como yo no muevo los labios se separa de nuevo

—Tiempo al tiempo bonita, nos vemos para comer —dice y sale de allí jugando con el sobre, cuando cierra me pogo a llorar y veo que mi varita está en una de las mesas del aula, pero no me puedo mover...

¡HEY POTTER! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora