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Me despierto y al abrir los ojos me encuentro en San Mungo.

—¿Tío? —pregunto y el se levanta de golpe

—Emma, ¿como estás? —pregunta a mi lado

—Bien, ¿y los chicos? —pregunto y el sonríe

—Se han quedado en casa, espera que llamo a alguien —dice y a los pocos segundos llegan dos medimagos y me hacen unas pruebas y preguntas

—Bien, ya se puede ir, que se tome esta poción durante tres días ya que puede tener efectos secundarios el hechizo que la hacharon, que no corra ni se esfuerzo mucho, por lo demás no pasa nada, que tengas un buen día y feliz año —Nos dice sonriendo

—Gracias, igualmente —responde mi tío, me ayuda a levantarme y nos vamos

Nos aparecemos en la puerta de su casa y cuando entramos solo se oyen murmuros en la cocina. Voy lentamente mientras el tío se quita la cazadora y me apoyo en la puerta sin que me vean.

—Llego por la que lloraban —todos se giran y Sirius salta de la silla y corre hasta mi para abrazarme, esta ¿llorando? Enserio

—¡Emma! —James y Lily también corren y nos abrazan ya que Sirius no me ha soltado

—Adivina, adivina, adivina —dice James soltandose

—Hijo espera, déjala que se siente primero —dice la tía y me siento donde antes estaba Sirius, con el a mi lado dándome la mano

¡HEY POTTER! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora