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Son las 22:30 lo que quiere decir que ya están los estudiantes en la cama, lo que quiere decir que estoy sola... James, Sirius y Remus se han pasado aquí toda la tarde, también ha venido Regulus y para sorpresa mía, Sirius no se ha puesto tan celoso, solo un poco cuando al despedirse Reg me ha dado un beso en la frente.

—Señorita, suponia que aún estaba despierta, enhorabuena por ganar, siento lo de su pie, ya hemos encontrado al responsable —miro a Dumbledore y sonrío

—Gracias señor, y ya casi no me duele así que mejor —el sonríe

—Me alegro, bueno, descansa y sería buena idea que le dijera al señor Black que no se puede salir tan tarde de las habitaciones, buenas noches señorita —lo miro extrañada y lo veo cerrar la puerta

—Joder... Se entera de todo —dice Sirius saliendo de debajo de la capa y sentándose en una silla, yo rio

—¿Te duele mucho? Tendría que haberla parado soy un... —lo interrumpo

—No me duele tanto y no seas gilipollas, no hubieras llegado, estabas muy lejos y además... Me salvaste de una hostia... Que en esa si me hubiera matado —el sonríe, se levanta y me besa

—Te amo —susurra en mi oído

—Te amo —susurro y le hago un hueco para que se tumbe

¡HEY POTTER! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora