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Volvemos a casa y es más tarde de las 3 ya que a Katy se le ocurrió llevarnos a una fiesta que había en una finca cerca, yo voy sobre la espalda de Sirius y los seis vamos riendo.

—¿Seguro que no te hago daño? —le pregunto, ya que no es que pese medio kilo...

—Que no... Tranquila, además me gusta llevarte —sonrío y me beso la mejilla

—¿Queda mucho? —pregunta James

—Una calle más y llegamos —dice Katy para después bostezar

Llegamos y todos corrieron, James y Katy a vomitar y Lily y Remus a las habitaciones.

—Por Merlín, yo no pienso entrar a esos baños —dice Sirius y me baja en el sofá

—Ni yo —digo tumbándome y  quitándome las sandalias, Sirius me miraba de pie sonriendo

—Ven —le extiendo la mano y se tumba encima mío

—Estás gordo —digo y me mueve el pelo para un lado y darme besos en el cuello

—Sabes que eso es mentira, estoy muy bueno, igual que tú —sigue con los besos y yo le acarició el pelo

—Claro, estás buenísimo —el se ríe y me muerde

—Sirius, no me muerdas —me mira sonriendo y me besa quitándome el top y dejándome en sujetador

—Esto es mío —dice tumbando se en mis pechos

—Todo tuyo —digo y cierra los ojos

—Y esto es tuyo cachorrita —dice quitándose la camiseta y yo me muerdo el labio, se levanta, me levanta y se tumba de nuevo

—Me haces levantarme para quitarme el sitio... Que malo —me agarra la mano y me tumba encima suyo

—Encima de que lo hago para no aplastarte... —lo beso y sonríe

¡HEY POTTER! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora