¡HEY POTTER!

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—Te vas a cargar, pero no ahora. Vas a desear no haberme pegado —dice Jack tocándose la cara y andando hacia la salida

—Como si sus amenazas me importasen —dice Sirius dándome la mano

—Bueno... Vamos a dejar esto de lado y disfrutemos —dice James incómodo

—No le habéis gastado la broma aún, ¿no? —pregunto

—No, pero va a desear no haberse metido con los merodeadores... —me rio y nos sentamos

—Hola guapo, ¿quieres bailar? —se acerca Marlene

—Lárgate o la próxima que se lleve un puñetazo vas a ser tú —digo y ella se ríe

—Cariño, yo SIEMPRE consigo lo que quiero —me guiña un ojo y se va, yo aprieto la mano de Sirius y el me pasa el brazo por los hombros acercándome más

—Pues esta vez no —dice en mi oído y sonrío

—¿Emma Potter? —dice una chica unos dos años menor que yo

—Si, soy yo —ella me entrega una carta y se va

—No me lo puedo creer —digo y cuando la leo...

—Como sea de tu padre te juro que... Emma... ¿Qué pasa? —

—Era de mi madre... —susurro y el me levanta y salimos de allí, nos apoyamos en la pared y la leo en voz alta

Hola hija,
Supongo que me odiarás pero era lo mejor para tí, perdoname, fue idea de tu padre, nunca quise que nada de lo que pasó pasara... Si estás leyendo esto es porque tienes la edad suficiente y Dumbledore ya te ha contado toda la verdad. Te quiero mucho hija y quiero que pase lo que pase no te juntes a tu padre por favor...

Un abrazo mamá.

Sirius me abrazo y lloré contra su pecho mientras el me acariciaba la espalda y me decía cosas muy bonitas al oído.