CAPÍTULO 12

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Cotidianamente anormal.

POV normal.

Akane sostenía en sus dos manos una taza de té humeante, miraba al verdoso líquido sin atreverse a alzar su vista. A su alrededor, estaba toda la familia, sentada en la mesa del comedor y observándola. Quedó hipnotizada por el suave movimiento ondulado del agua hasta que finalmente dio un sorbo a la bebida. Le calentó la garganta, el pecho y el estómago, relajándola enseguida.

Dejó la taza vacía a la mitad en la mesa y solo entonces pudo observar con relativa calma a la mujer pelirroja sentada enfrente suyo, con ojos azules del tono exacto al de su supuesto prometido, solo que más grandes y de pestañas negras. Femeninos.

-¿Me explicarán ahora?—preguntó, la voz milagrosamente le salió limpia. Seguro obra del té.

-Ranma es víctima de una maldición. —Dijo Genma—una que nos condena a mi hijo y a mí desde hace como tres años, que llegamos al Dojo. Una desgracia inolvidable en la familia Saotome.

Como modo de corroborarlo, Ranma bajó la cabeza.

"Akane, tranquila" pensaba ella, en un desesperado intento de mantenerse calmada.

Miró fijamente a Ranma, que aún tenía su forma femenina. La apuntó.

-Es una broma ¿Verdad?—sonaba desesperada—Es alguna prima parecida y me quieren tomar de loca ¿¡Verdad!?

-¡Akane tranquila!—Kasumi colocó con dulzura sus dos manos sobre los hombros de su hermana menor, calmándola al instante. La exasperación cedió ante la presencia tan conciliadora de su hermana mayor.

Pero aún estaba algo sorprendida. Fue por ello que debió beberse lo que quedaba de té en su taza de un sol trago. Notando su ansiedad, Nabiki fue quien sorpresivamente le sirvió más té caliente. Akane se lo agradeció con un gesto.

-Escucha que esto es verdad—continuó Genma. —La maldición convierte a Ranma en mujer cada vez que le toca el agua fría, vuelve a ser hombre al mojarse con agua caliente. Yo sufro lo mismo, pero me convierto en panda.

-No nada grato—agregó Ranma, con esa voz aguda que Akane nunca había escuchado—Así que por favor se comprensiva.

-¿Quieren entonces que me crea una maldición sacada de películas fantasiosas y libros mitológicos?

-¡Es la verdad!—Gritó su prometido.

-¿Y qué les causó la maldición, según ustedes?

-Caímos en las fosas encantadas de Jusenkyo, están en China. Fue un accidente mientras entrenábamos.

Akane miró a Genma como si le fuera imposible de creerlo. Y es que aquello sonaba tan ficticio.

Tuvo que beber más de su té. Dejó la taza en la mesa y los miró determinante. Entonces, habló, con una voz más pausada y calmada que antes.

-Siendo franca, esto me parece imposible.

Ranma se exasperó y se paró, encarándola.

-¡Pero que necia eres! ¿No puedes creernos cuando te explicamos algo? ¡Si te lo estamos diciendo es la verdad, no mentiríamos con algo tan importante como lo es la maldición para nosotros!

Algo en Akane se prendió. Una cosa muy profunda que no supo identificar y sin embargo, le era familiar. Se paró para quedar cara a cara con él.

-¡También entiende tú que esto es algo muy difícil de creer! ¿O cómo reaccionarías si de repente aparezco convertida en un gato y te hablo diciendo "Hola, soy Akane"? ¡Nada bien!

Ranma 1/2: La Última VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora