¿Recuerdas cuando comíamos mandarinas en clase de química?
Dependiendo el día de la semana me tocaba llevarla, o te tocaba a ti; siempre esperábamos a la clase para comerla. Recuerdo que tu silla estaba a lado de la mía; así como también recuerdo como me lanzabas los huesos de tu mitad a la cara, y si me pegabas, soltabas la risa más sonora y hermosa que nunca había escuchado.
La mandarina se hizo mi fruta preferida, porque tenía con quien compartirla. En ese tiempo las mandarinas tenían un sabor dulce...
Tenían un sabor que ya no recuerdo.
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A mi mejor amigo.
PoésieA mi mejor amigo: A veces, la vida no es como uno se la plantea. A veces, tienes que aprender a estar cerca mientras te alejas. Por lo mismo es que hoy quiero hablarte sobre lo que fuimos, lo que somos y lo que nunca seremos. Sí, has leído bien. Qui...