Oh bueno, ¿cómo comienzo a decir esto?
Había decidido dejar de escribirte y comenzar a ir hacia adelante, sin ti.
Hoy decidí dejarte atrás.
Pero me hablaste.
Hoy 14 de diciembre del 2014.
Oh bueno, si tú quieres verlo de otra manera, me has hablado el 13 de diciembre a las 11:51 de la noche.
Y mierda, ¿qué te digo?
Me has sacado de onda.
Me desequilibraste de una manera en la que no me había desequilibrado nunca.
Solo me has preguntado "¿A qué le tienes miedo?"
Y entonces tuve miedo de que volvieras.
No porque volvieras, sino, por la manera en la que te irías la próxima vez.
No iba a contestarte, de eso puedes estar seguro.
Y rompí en llanto como casi cada noche.
A dos días, Iván.
Solo faltaban dos malditos días para que fuera 16 y nuestro tercer mes se cumpliera.
¿Por qué volviste?
¿Me extrañsaste tanto como yo te extrañé a ti?
¿Sabes por qué te estoy respondiendo? Adriana me lo pidió de favor.
Me dijo que te respondiera y eso hago,
Pero me dueles.
Y no quiero perderte, de nuevo.
Y siento que si te recupero, te volverás a ir.
O me iré yo.
Me hubieras visto hace unas horas; mientras reía de lo que me decías, lloraba.
Lloraba de tristeza, de confusión, de alegría, de melancolía.
Algo se nos había roto, Iván.
Y estabas intentando salvarlo.
Y te quería por intentarlo.
Nunca sentí tanto miedo y tanta alegría como ahora.
ESTÁS LEYENDO
A mi mejor amigo.
PuisiA mi mejor amigo: A veces, la vida no es como uno se la plantea. A veces, tienes que aprender a estar cerca mientras te alejas. Por lo mismo es que hoy quiero hablarte sobre lo que fuimos, lo que somos y lo que nunca seremos. Sí, has leído bien. Qui...