Noche 42.

806 53 0
                                        

¿Recuerdas nuestra primera conversación? Si lo haces me sorprenderías, porque yo no lo hago; pero, ¿sabes? Recuerdo cómo fue que intercambiamos números.
Fue un día en 3º de secundaria; recuerdo que en verdad te detestaba, eras la persona que menos soportaba. Y a ti no te gustaba caerle mal a alguien, entonces te empeñabas en caerme bien. Habías intentado, medio año, conseguir mi número de celular y yo nunca te lo di y siempre le pedí a mis amigas que no te lo dieran.
Lo conseguiste un día que se me ocurrió ir al baño y dejar mi celular en el salón; cuando regresé no me enteré absolutamente de nada, pues no te registraste.
Pasaron los días y, una semana después, comenzaron las vacaciones de invierno.
Fue esa semana en la que me mandaste un mensaje. E insistías tanto en una respuesta o en una plática que te admiraba. En verdad, no te rendiste hasta que ya no hubo necesidad de presionar conversaciones. Llegó un momento en el que mis mañanas no estaban completas si no me enviabas un mensaje.

Y aún después de 2 años, mis mañanas son incompletas si no te leo.

A mi mejor amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora