Empaqué las cosas de mi casa y puse a mi gata en el transportín. Le expliqué a Emma todo lo que estaba ocurriendo, no la iba a mentir. Le expliqué que estudiaria en la escuela privada que había en ese barrio, era muy costosa y solo habían diez niños por clase. Ella estuvo feliz de volver a la escuela.
-Hola, soy Duncan.-miró a mi hermana.
-Yo me llamo Emma, mucho gusto.-mi hermana y yo somos casi idénticas. Piel morena, pelo oscuro y liso, pero ella tenía los ojos verdes oscuros, como mi padre. Mientras que yo tenía los ojos casi negros, como mamá.
-Tenemos que irnos, vámonos.-le dije abriéndole la puerta del coche.
-Ahora eres su madre, que no se te olvide.-me susurró Duncan. Tenía que almenos intentar serlo, ella necesitaba una madre, o almenos algo que se le pareciera, y yo llevaba un año intentándolo con éxito.
Nos subimos al coche y nos fuimos hasta casa de Duncan. Emma no pudo evitar poner una cara de asombro al ver la casa, nosotras teníamos dinero, pero la casa de Duncan era algo espectacular. Cuatro plantas, cinco baños, cinco habitaciones, una piscina, un yacuzzi (bueno, dos, aunque uno estaba en la habitación de Duncan)...
Nos instalamos en nuestras habitaciones, la de Emma estaba en la cuarta planta, ya que si pasara algo, ella podría esconderse mejor. Yo y Duncan estábamos en la tercera, las habitaciones pegadas. De repente alguien llamó a la puerta de mi habitación.
-Adelante.
-Ey, Courtney. Hoy haremos una pequeña fiesta para celebrar que eres una nueva integrante, ponte guapa.-y cerró la puerta.
Pasaron dos horas y escuché el timbre. "Ya habrán llegado los invitados", pensé. Así que me acabé de arreglar. Llevaba un vestido palabra de honor blanco, mis tacones blancos preferidos y mi cadena donde ponía los nombres de mis padres, nunca me la iba a quitar. Se dejaba ver mi tatuaje del hombro, donde había escrito una "E" y un trébol de cuatro hojas, en honor a Emma, claro.
Antes de bajar subí a ver si Emma estaba dormida, eran las doce y normalmente ella se duerme muy temprano, y efectivamente, dormía como un tronco, le di un beso y bajé. Había música abajo. Pero para mi sorpresa, solo estaba Duncan con dos botellas de alcohol, comida exquisita y encima estaba con bañador.
-No me digas que no te dije que te pusieras bañador...-negué-, mierda. Pues beberemos primero.
-¿Y la fiesta?
-Somos nosotros dos. No me gustan las fiestas con mucha gente.-me huele a excusa, pero igual no diré nada, es mi jefe.
Sonaba la canción de "Where Them Girls Are" y sacó el altavoz fuera y me hizo señas para que lo siguiera. Después volvió a entrar el solo y volvió con un bikini para mí, las botellas de alcohol, tabaco, marihuana y mezcla (para el alcohol).
-¿Alguna vez has probado el vodka rosa bueno?-que va, mis padres no bebían.
-No.-me sirvió un cubata y esperó a que le diera un sorbo. Sabía bien. Era una mezcla entre fresa y sandía combinada con azucar, y el sabor característico amargo del vodka normal. Era como una explosión sabor a fresa.
-¿Te gusta?-asentí con la cabeza. -Bien...-después de servirse el cubata a él empezó a liarse un porro. -¿Has probado la marihuana?
-Antes de empezar a huir fumaba regularmente, pero hace mucho que no fumo.-arqueó una ceja y rió mientras lamía el papel de liar para que se pegase del todo, ahí vi que tenía el pírcing de la lengua, pero con una bola pequeñita, casi diminuta, y eso era extraño.
Empezó a fumar del porro, y cuando quedaba algo menos de la mitad me lo dio.
-Si no lo quieres me lo das, pero eso significaría que eres una gallina.- ¿UNA QUÉ? Oh, no él no había dicho eso. Le dí cinco caladas seguidas aguantándome el humo y la tos como pude.
-¿Gallina?-me miró divertido y me tiró el bikini a los pies.
-Cámbiate que iremos al yacuzzi un rato.-vi que había una cortina en el jardín al lado de la ducha de la piscina y me cambié rápidamente ahí. Era un bikini de color blanco Calvin Klein precioso, con dos lazos en las dos esquinas de la parte inferior, encima la braga parecía un tanga pero en bikini, y para rematar, tenía el pírcing del ombligo con la bola de la hoja de marihuana.
Cuando salí de la cortina Duncan me miró de arriba a abajo y me dijo que lo siguiera. El yacuzzi de fuera era bastante grande, dentro de lo que puede ser un yacuzzi, lo puso a mínima velocidad y empezamos a charlar mientras bebíamos y fumábamos.
-Sabes, conocí a una chica como tú. Se llamaba Chloe.-me miró. -Pero me abandonó y intento llevarme a la ruina, esa rubia hija de puta.-y se empezó a reír. -Pero como follaba...
Follar. Hacía un año que no follaba. Dish. Que mal.
-Yo solo he salido con dos chicos "formalmente" los demás eran rollos de una noche.-me miró como si pidiera más información. -El primero se llamaba Justin, era uno de los chicos mas guapos. Pero era gilipollas. El segundo se llamaba Tom, no hizo nada malo, pero le puse los cuernos.-se empezó a reír.
-Vaya con la princesa.-dijo sensualmente. -¿Te puedo confesar algo?-acerqué mi oído a su boca. -Te follaría aquí mismo hasta que perdieras el conocimiento.-me estremecí, y no se si fue por el alcohol y la hierva que me reí nerviosamente.
-¿Quieres ir al yacuzzi de mi habitación?-vacilé unos instantes antes de responder. Mi hermana dormía, era una chica libre, me estaba dando el mejor trabajo de todos y encima estaba bueno. Vale, me lo voy a follar. Asentí con la cabeza y me guió por unas escaleras exteriores que subían a todas las plantas, las de la tercera planta accedían a la terraza de su habitación. Abrió las ventanas de su habitación y nos pusimos en el yacuzzi con nuestra botella de alcohol (la primera se había acabado) entonces él bebió de la botella y me la pasó, yo me bebí media.
-Bendito sea tu hígado, princesa.-me reí sensualmente y él me sentó en los banquitos que habían dentro del yacuzzi y se me puso enfrente. -Joder, tienes unas tetas...-era grosero y vulgar. Pero esos eran los que mejor follaban. No iba a bajarme las bragas tan fácil así que al ritmo de la canción empecé a menear el trasero mientras él me agarraba por detrás con desesperación. -Así me gusta nena, que te muevas para mí.
Finalmente cuando él pensó que era suficiente salió del yacuzzi y me cargó entre sus piernas, no dejó de mirarme hasta que me soltó en la cama. Entonces se puso encima mío, procurando que su miembro quedara a la altura de mi sexo y ahí me empezó a dar besos y mordisqueos en el cuello. Era algo extraño, se sentía bien y mal a la vez. Pero la parte mala seguía sintiéndose bien.
Él se quitó el bañador quedándose completamente desnudo y luego desabrochó mi parte de arriba y me empezó a besar los pechos. Aún no me había besado en la boca, eso en mi ciudad era un código; código que significaba que no querías nada serio con esa persona, y yo lo prefería así sinceramente.
Bajó su boca hasta la parte de abajo de mi bikini y la arrancó de un mordisco haciendo que me quedara boquiabierta. "Que animal". Sin darme tiempo para pensar empezó a penetrarme bruscamente.
-Ahhh...-gemía yo intentando no chillar mucho. -Joder...
-¿Te gusta?-no podía articular palabra así que solo seguí gimiendo. -Joder Courtney...-empezó a cavalcarme salvajemente y yo empecé a chillar, entonces él me puso una mano en la boca excitándome más.
-Estoy a...-no me dio tiempo a acabar la frase cuando me corrí y Duncan sacó su polla de dentro mío.
-¿Quieres dormir aquí?-NO Courtney NO.
-Mejor me voy abajo.-cogí el bañador y abrí la puerta.
-Buenas noches Court.
-Buenas noches, Duncan.-me paré en seco. -No me gusta que me llamen Court.-y cerré la puerta.
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Fugitivos
ActionElla era una niña buena hasta que mataron a sus padres. Él siempre ha sido un chico malo.