Fugitivos

Cap 13: A luchar

-¿Por que me haces esto Tom?-se me empañaron los ojos.

-Tu me dejaste solo en Canadá. Cuando te vi supe que quería venganza, así que contacté con Chloe, y ahora estoy saliendo con ella.

-JAJAJAJA en serio Chloe? Sabía que te gustaban las sobras.-fulminé a Duncan con la mirada.

-Este es el trato. Mi madre tiene 50.000.000 de dólares escondidos en su mansión. Tiene vigilancia por toda la casa. Quiero ese dinero en una semana como máximo, sino tu hermana será carnada de tiburones. ¿Te quedó claro, pequitas?

Odiaba sentirme inferior, odiaba que me dieran ordenes. Pero Emma era mi vida, no podía dejarla sola nunca. Nos retiramos todos, y solo cuando estábamos en la seguridad del coche Duncan habló.

-Princesa es imposible entrar en casa de esa mujer.-lo miré. -No es una forma de hablar, es imposible. Tiene a cinco guardias por la puerta principal y seis por la trasera, por no mencionar los cinco guardias que se mueven por dentro de esa mansión.

-Entonces...-dije a punto de romper a llorar.

-Chloe te ha dado una misión imposible para hacerte daño.-vale, empecé a llorar. -Sería más fácil sacar a Emma de la ratonera donde la tienen metida que sacar el dinero de casa de la madre de Chloe.

Entonces lo miré con los ojos muy abiertos.

-Ay no...-sí, íbamos a sacar a Emma de ahí.

Reunimos a todo el grupo en casa de Duncan y Heather y yo ideamos un plan. Cada uno seguiría a Chloe y a Tom en diferentes horas del día para ver si alguien podía intentar saber donde se hallaba Emma.

Después de cinco días sin resultado me empecé a desesperar.

Fue entonces cuando se me cruzó un cable.

Sabía perfectamente como entrar en una casa sin ser descubierta. Y para mi gran sorpresa pude hacerlo entrando en casa de Chloe. Revisé todas las habitaciones en busca de mi hermana, pero no encontré nada. Justo cuando me iba a ir escuché un llanto que provenía de la habitación de Chloe.

-Mierda... está cerrada.-le pegué una patada a la puerta y para mi sorpresa me encontré un bebé encima de la cama. Pero un bebé pequeño, muy pequeño, como mucho tenía un mes. Cogí sin pensar al bebé y salí corriendo hasta llegar a casa de Duncan.

-¡Duncan!-chillé mientras intentaba que el bebé dejara de llorar.

-¿Pri-princesa de donde sacaste...-se calló-...esa cosa?

-Es de Chloe.-entonces él empalideció.

-Nena...

-Se que está mal pero...-me calló.

-Ese bebé es mío.