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Emily y Gyda entraron al panel donde estaba la celda que tenía aprisionado a Loki. Habían conseguido el permiso de Fury, quien prometió que desconectaría el audio por diez minutos, no más. Loki estaba de espaldas a ellas, pero sintió su presencia y sonrió. Se giró lentamente y observó a las dos mujeres.
—Sabía que vendrías en algún momento —admitió clavando sus ojos verdes en Emily—. ¿Ya causaste alguna explosión? ¿Ha habido algún muerto?
—Basta, Loki —intervino Gyda—. No tenemos mucho tiempo y Emily necesita tu ayuda.
—¿Y qué te hace pensar que la ayudaría?
—Te lo estoy pidiendo, Loki, por favor. —El ojiverde tensó la mandíbula y apretó los labios.
—¿Qué quieres saber?
—¿Cómo puedo tener un control completo de mi magia? ¿Cómo sabré utilizarla? —Loki alzó ambas cejas y la miró un tanto sorprendido. Entreabrió la boca para responder pero la cerró inmediatamente y se quedó pensando.
—Eso no es posible, hay momentos en los que no puedes controlarla del todo —comentó el ojiverde—. Naciste con ese poder, es tuyo, acéptalo, abrázalo, no es algo de lo que te debas avergonzar, ni algo a lo que le debas temer. Una vez que dejes fluir la magia que hay en ti, sabrás qué hacer
Emily se observó las manos repitiendo en su mente las palabras de Loki y entonces lo volteó a ver, la expresión de su rostro era más relajada. Comenzó a preguntarse cómo es que él había terminado en aquella celda, por qué quería terminar con la humanidad. Parecía amable, tal vez, alguien con quien podría establecer una amistad, no sabía por qué, pero la sensación de escalofríos que había tenido la primera vez que lo vio se había ido y ahora sentía que incluso podía confiar en él.
—Barton me contó sobre el accidente donde murieron todos excepto tú. Me imagino que es por eso que tienes tantas inseguridades sobre tu magia.
—¿A ti no te pasó algo así? —Loki negó con la cabeza.
—Desde niño mi ma... Frigga me enseñó magia, luego estuve un tiempo con Cora, una hechicera muy poderosa.
—¿Cora? —Emily volteó a ver a Gyda, quien frunció el ceño y se aproximó hacia Loki.
—¿En qué momento sucedió eso?
—¿Recuerdas a la doncella de cabellera pelirroja con la que solía estar la mayoría del tiempo? —La rubia apretó los dientes y asintió. Cómo detestaba a aquella mujer, no se separaba de Loki ni un segundo—. Ella era Cora.
—¿Qué? ¿Hablas en serio?
—¿Tú conociste a Cora? —Emily miró perpleja a Gyda.
—No realmente, la vi un par de veces pero no sabía que era ella, creí que era una simple aprendiz de magia... ¿Por qué no me lo dijiste?
