Diciembre 2012, Navidad

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Gyda se encontraba en el salón principal del palacio asgardiano junto a su madre

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Gyda se encontraba en el salón principal del palacio asgardiano junto a su madre. Había tratado de convencer a su padre de que no fuera tan duro con Loki, pero Odín no se dejó manipular por su hija.

—Lo que hizo sobrepasó los límites de la cordura.

—Pero no fue enteramente su culpa, estaba siendo controlado por alguien más. Loki jamás haría algo así, por favor, padre...

—Veremos qué tiene que decir él en su defensa —dijo el rey—. Háganlo pasar.

Un par de guardias entraron con Loki, quien estaba encadenado de manos, pies y cuello. Caminaba como si no fuera la gran cosa, como si no estuviera a punto de ser sentenciado por sus crímenes. Se detuvo frente a Frigga, quien lo llamó.

—Loki...

—Hola, madre, ¿estás orgullosa de mí? —Dijo burlonamente.

—Por favor, no empeores las cosas —suplicó la reina. Gyda clavó sus ojos en Loki, pero él no la volteó a ver en ningún momento.

—Define empeorar.

—¡Suficiente! —Exclamó Odín. Loki pasó sus ojos de Frigga a él—. Hablaré con el prisionero a solas.

Tanto Gyda como la reina voltearon a ver al rey, quien les pidió que también se retiraran. A pesar de la insistencia de la joven guerrera, la decisión de Odín era inapelable. Madre e hija salieron del gran salón. Gyda le dedicó una última mirada a Loki antes de desaparecer.

El ojiverde dio unos pasos, al final se detuvo golpeando su pie derecho contra el izquierdo imitando una posición de "firmes". Entonces soltó una carcajada.

—Realmente no veo por qué hacen tanto alboroto —comentó mirando al rey.

—¿Acaso no eres consciente de la gravedad de tu crimen? Adonde quiera que vayas hay guerra, desastre...

—Sólo fui a gobernar Midgard como un dios benevolente —explicó cínicamente—. Igual que tú.

—No somos dioses, nacemos, vivimos y morimos, igual que los humanos.

—Sí, bueno, agrégale unos cinco mil años. —Loki apretó los labios e hizo una mueca.

—Y todo esto fue porque Loki quiere un trono.

—Es mi derecho de nacimiento. —El ojiverde apretó la mandíbula.

—¡Tu derecho de nacimiento era morir congelado de bebé! —Odín apretó su báculo y alzó la voz—. Si no te hubiéramos acogido, no estarías aquí odiándonos.

—¿Sabes? Si me van a matar, por piedad, háganlo de una vez —pidió Loki acercándose al rey—. No es que no me gusten nuestras pequeñas charlas, es sólo que... no me gustan.

—Gyda y Frigga, como era de esperarse, salieron a tu defensa y es por eso que permanecerás el resto de tus días en los calabozos.

—¿Porque es menor castigo vivir encerrado? —Loki sonrió incrédulo—. Sí que me ayudaron.

Avengers Initiative (Emily Parker y Tony Stark) - EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora