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2012
Había pasado un año desde que Gyda saltó detrás de Thor y destrozó el techo de la oficina de Emily en California. Por el momento, estaba junto con Erik Selvig tratando de hallar una manera de abrir el Bifröst para que ella pudiese volver a Asgard. Nick Fury les había proporcionado cierta información que tal vez sería de ayuda. Los tres se encontraban en una de las bases de S.H.I.E.L.D. estudiando el Teseracto, un cubo que había servido como arma secreta de Hydra durante la Segunda Guerra Mundial y el cual se había hundido en el mar al mismo tiempo que el Capitán América. Sin embargo, Howard Stark logró recuperarlo. La energía del cubo había aumentado y por esto mismo tuvieron que evacuar el lugar.
—No saben con lo que están lidiando —les dijo la diosa. Gyda desde el principio les había dicho que no debían de jugar con algo que no conocían, ni siquiera ella misma estaba segura de cómo funcionaba. Recordaba escuetamente los relatos de su padre sobre el Teseracto, pero nada de eso le servía para poder estabilizarlo—. Esto pertenece a Asgard.
—Y como tú eres de ahí, ¿no puedes hacer algo para controlarlo? —Preguntó Fury.
—Aquí no —dijo Gyda—, su tecnología es un poco anticuada. —El espía alzó una ceja—. Además, mi padre es el único que conozco que puede hacer algo al respecto.
—Ya veo —respondió Fury impaciente—. ¿Dónde está el agente Barton? —La rubia alzó la cabeza hacia una de las esquinas superiores del laboratorio.
—¡Hawkeye! —Le gritó para llamar su atención, éste la volteó a ver y luego desvió su mirada hacia Fury quien le indicó que bajara.
—Le di esta información para que mantuviera sus ojos puestos en el Teseracto.
—Observo mejor desde la distancia —contestó el arquero.
—¿Viste algo que pudiera ocasionar esto? —Preguntó Fury refiriéndose al aumento de energía del Teseracto.
—Nadie ha entrado ni salido, Selvig está limpio —empezó a decir—. No hay contactos, ni mensajes y Gyda se mantiene al margen. —La rubia alcanzó a escuchar y los volteó a ver.
—Nosotros estábamos intentando abrir un portal hacia Asgard —explicó la rubia mientras caminaba hacia ellos—. Pero en este momento no somos nosotros los que queremos abrirlo.
—¿A qué te refieres?
—Sé que el cubo es una puerta a otro lado del espacio, una puerta se abre por ambos lados —dijo ella—. Alguien más está tratando de acceder al Teseracto —terminó de decir y justo en ese momento, el cubo comenzó a emitir rayos y el lugar empezó a temblar. Todos voltearon hacia él y en menos de un segundo dejó escapar un rayo abriendo un portal por el cual apareció una persona. Los agentes de S.H.I.E.L.D. se acercaron, Gyda observó al visitante con perplejidad—. ¿Loki?
—Señor, baje esa lanza —ordenó Fury, el ojiverde posó sus ojos en la lanza y luego lo miró, sonrió de lado y atacó. Gyda corrió hasta él y comenzaron a pelear, la rubia detuvo la lanza con sus manos, Loki empujaba con fuerza mientras ella resistía.
