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2006-2008
Emily abrió los ojos, estaba en una habitación blanca, tuvo que parpadear varias veces antes de acostumbrarse a la luz. Escuchó el pitido de un electrocardiograma, estaba en el hospital. No recordaba lo que había pasado, lo único en lo que podía pensar era en el terrible dolor que sentía en todo el cuerpo y en la cara de Peter, su hermanito, cuando le dijeron sus padres que no podría ir con ellos de viaje y se tendría que quedar con el tío Ben y la tía May.
―¿Emily? ―La chica ladeó su cabeza cuanto pudo, ya que traía un collarín. Se encontró con el rostro cansado de su tía, no era muy grande, tenía unos treinta y cinco, pero había pasado por una mala temporada.
―¿Qué me pasó? ―May no sabía si debía decirle inmediatamente la causa de que estuviera en el hospital, no quería que la noticia le causara algún daño, pero era mejor decírselo de una vez.
―El avión en el que ibas con tus padres colapsó al poco tiempo de haber despegado.
―¿Dónde están ellos? ―Su tía se acomodó el cabello castaño atrás de las orejas y la miró con tristeza. Emily supo en ese momento lo que significaba, cerró los ojos y respiró hondo, preparándose para lo que May iba a responderle.
―No sobrevivieron, ni el piloto ni las aeromozas... Sólo tú. ―Esto último lo dijo con cautela. La castaña abrió los ojos y miró a su tía con incredulidad. ¿Cómo era eso posible? Se preguntaba Emily, lo último que recordaba era haber estado discutiendo con su madre.
―¿Y Peter? ¿Cómo está él?
―Pregunta todos los días por ti, pero no le permiten la entrada aquí. ―La chica asintió y comenzó a pensar en por qué le había ocurrido eso a ella, por qué solamente ella había sobrevivido.
―Tengo que llamar a la universidad y explicarles que...
―Ya lo hemos hecho, dijeron que no había problema y en cuanto te recuperes puedes seguir con tus estudios.
Emily estaba terminando un doctorado en física nuclear en la Universidad de Glasgow, en Inglaterra, donde también daba clases. Había estudiado Física en Princeton, con especialidad en electrónica, era la más sobresaliente de su generación y probablemente de toda la Universidad. Cuando tenía trece años había recibido una invitación para iniciar sus estudios universitarios y no dudó en aceptar. A los dieciocho años, estaba comenzando una doble maestría en mecánica cuántica y química, también empezó a dar clases de Física en Princeton.
―Es increíble que siga con vida y sin ningún daño de alto impacto. ―Había escuchado decir a uno de los doctores. Emily solamente tenía algunas contusiones y la clavícula dislocada.
La castaña pasó una semana más en el hospital antes de que la dieran de alta, pocos días después recobró su vida normal, salvo que ahora se encontraba viviendo con sus tíos, a pesar de ser mayor de edad y, en lo que regresaba a Glasgow, tenía que compartir habitación con Peter.
