2014
Ahora parecía ser el turno de Emily de tener pesadillas, no había una sola noche que no soñara con aquella mujer. Una y otra vez le repetía lo mismo, "me perteneces". Emily estaba empezando a fastidiarse, luego de dos semanas de despertarse en la noche por aquellas horribles pesadillas. Tony no se había dado cuenta porque ella era demasiado cautelosa y tampoco le había contado pues no quería preocuparlo. Ya estaba resignada, por lo que trataba de dormirse lo más tarde posible trabajando o practicando su magia y se despertaba muy temprano.
—¿Estás segura de que te sientes bien? —Preguntó Tony un domingo por la mañana. Ambos estaban sentados en el pequeño comedor de la cocina de la Torre de los Vengadores.
—Sí, ¿por qué lo preguntas? —Cuestionó ella dándole un sorbo a su café extra cargado.
—Número uno, no has estado durmiendo —señaló—. Y dos, a ti no te gustaba el café y ahora lo tomas a cada rato.
—Empezó a gustarme, ¿eso es algo malo? —Respondió un tanto hostil. Tony alzó ambas cejas y la miró con la boca entreabierta.
—Y hay que añadir tu mal humor —murmuró, pero Emily lo escuchó y su entrecejo se frunció más.
—Ya te dije que estoy bien —dijo clavando sus ojos en él.
—De acuerdo —contestó Tony alzando los brazos en señal de rendición—. Iré al laboratorio... —anunció levantándose, ni siquiera había terminado de desayunar.
Salió por la puerta pero regresó unos segundos después para tomar su plato y su taza. Emily no lo volteó a ver, se concentró en la comida que había en su plato, como si fuera más interesante que cualquier otra cosa. Tony puso los ojos en blanco y suspiró antes de hablar.
—Siempre dices que hable contigo cuando estoy mal, ya sabes, sobre lo de Nueva York o lo que sea. Pero tú te cierras y lidias con tus problemas sola. Puedes decirme mil veces que estás bien, pero tu cara dice otra cosa.
Emily alzó la vista y entornó sus ojos hacia él. Tony se encogió de hombros.
—Creí que ya no tendríamos más secretos.
—Tony... no quiero discutir.
—¿Por qué lo haríamos? ¿Por qué tendría que acabar en una discusión cuando lo único que hago es preocuparme por ti?
Tony resopló y negó con la cabeza antes de irse de ahí. Emily lo observó salir y se quedó mirando hacia la puerta con perplejidad. Cerró los ojos y apretó los labios, odiaba que Tony Stark tuviese razón. Suspiró y terminó de desayunar mientras pensaba cómo iba a contarle sobre sus sueños, en especial el último que había tenido, el cual había sido muy diferente al resto.
En sus pesadillas, aquella mujer de ojos grises fríos y penetrantes, con su sonrisa malvada, la observaba como si fuera un trofeo. Tenía el cabello cobrizo, muy largo y ondulado. Era esbelta, alta y portaba un traje verde esmeralda ceñido al cuerpo y sobre éste una armadura como las que usaban los guerreros en Asgard.
ESTÁS LEYENDO
Avengers Initiative (Emily Parker y Tony Stark) - EN PAUSA
Hayran KurguQuiero hablarles de la Iniciativa Vengadores...