DESCARTANDO PRETENDIENTES

Hierve

- ¿Platita?- Sus ojos se agrandaron en asombro y brillaron. Intento levantarse pero las cadenas le restringían los movimientos.

Fueron algunos segundos de shock, Río de plata se mantenía de pie en la entrada, reaccionó y se apresuró a entrar en la habitación, dejandose caer junto a Nueva España. Le abrazo por debajo de los brazos rodeado le con fuerza recargando su rostro en el pecho del mayor mientras repetía su nombre entre sollozos.

- ¡AUCH AUCH AUCH!- Nueva España intentó regresarle el abrazo pero sintió un dolor punzante en su costado izquierdo- Platita ¡suelta suelta!-le dio ligeros golpes en un hombro mientras se retorcía en dolor.

- ¡Ah lo siento!- se separó de golpe en cuanto vio que lo estaba lastimando.

- Hombre igual y... se me rompió una o... dos costillas con las patadas del otro día- Se interrumpía mientras hablaba jadeando y tocándose el costado. El celeste levantó la vista y le vio con el rostro y cuello llenos de sudor.

Agacho su mirada hacia sus rodillas, con una combinación de avergonzado y triste. Nueva España no tardo en notar eso e intento controlar su respiración.

- Oh no te pongas así- Le levanto el rostro con sus manos lentamente, tratando de hacerlo de la forma mas amable posible.- Vamos, llevo mucho sin verte a la cara, dame una sonrisa- Le mostro la sonrisa mas grande y agradable mientras le tomaba por las mejillas.

Lentamente Río de plata comenzó a mostrar una pequeña sonrisa que fue creciendo lentamente hasta que empezó a reír.

- Eso quería ver- le acaricio las mejillas con los dedos y lentamente llevo su mano hasta detrás de la cabeza del celeste- ¿Y tu golpe? ¿te sientes bien?-

- Ah... lo estoy- Recargo su rostro contra la mano de Nueva España- ¿Y tu como estas? Bueno... además de la costilla rota-

- Pues...- Río de plata le vio con los ojos enterrados- Las heridas ya no sangran pero aún me duele moverme, Colombia viene cada mañana a cambiarlas-

Río de plata miro el pecho de Nueva España, su camiseta estaba entreabierta dejando ver las vendas que le rodeaban, parecía limpias.

- Bien... eso está mejor- suspiro y se acomodó junto a el, sentándose en el suelo mientras recargaba su espalda en la pared.

Hubo algunos minutos de silencio donde el eco de sus respiraciones en conjunto sonaban en el vacío de la habitación. El rezago de los pasos que había en la planta de arriba sonaban cómo suaves golpes en el techo.

"Vine aquí para poder hablar con el" Se removió en silencio, acercándose lo suficiente a Nueva España como para que sus brazos chocarán. Estuvo apunto de alejarse avergonzado, pero Nueva España recargo su cabeza contra la suya.

Sentia su corazón golpeando dentro de su pecho, una cálida presión se presentó sobre este y sintió un calor apoderándose de su cara. "¡Oh! ¡Solo díselo!" Se mordio los labios tratando de tomar coraje.

- Logré entenderte... aunque sea solo un poco... la otra vez- Movio un poco su mano hasta que esta chocó un poco con la de Nueva España- cuando estábamos en la biblioteca y... España trató de golpear a Panamá.- El roce entre sus manos fue leve, pero el corazón del menor comenzó a ir mas rápido. - Me moví solo, como un reflejo y me puse en medio-

- Platita...- fue apenas un jadeando que no pedía respuesta.

- Y... y después tu me defendiste y yo- Coloco su mano sobre la contraria mientras dejaba que su voz fluyera- no pude quedarme viendo, volvi a moverme por impulso solo para que te dejara-

Se interrumpió por un sollozo mientras dejaba que las lágrimas se resbalaran por sus mejillas.

- Verte en el suelo lleno de heridas y magullado- Se mordio los labios mientras recordaba la escena, apreto la mano de Nueva España. - Me movi solo, no podía imaginar que tu faltes en la casa- "No quiero perderte"- Todo se volvería más pesado y triste-

" Estos días, la falta de tu presencia se ha notado" Dejo salir sus lágrimas entre sollozos " El dormir fue mas frio y carente de la comodidad que me daba el que durmieras a mi lado" - Yo... quiero pasar todo el tiempo que pueda a tu lado-

- Yo también- La respuesta no pedida por parte de Nueva España resonó por el cuarto y la cabeza del menor. Río de plata jadeo y levantó la cabeza con varias lágrimas bajando por su rostro.- Quiero ver tu sonrisa y la felicidad en esos ojos amarillos que tanto me gustan- llevo sus manos a la cara de el menor.- Es por eso que prefiero recibir los golpes a que tu lo hagas-

Lo acerco a el y le dejo un beso en la frente, Río de plata suspiro y cerro sus ojos. Tenía las pestañas húmedas y los ojos hinchados.

- No puedo soportar la idea de que te lastimen- comenzó a limpiar las lágrimas con sus dedos pulgares, siendo más como una excusa para poder acariciar sus mejillas.

- ¿Porque?- volvió a jadear mientras dejaba de llorar.

Nueva España acortó la distancia entre ambos, haciendo que sus narices se rozaran en la punta- Porque te amo- todo se movió en cámara lenta.

Río de plata soltó un leve jadeo, apunto de responder a la confesión. No pudo hacer más, justo después Nueva España se acercó más y comenzó a besarle en los labios. Al principio fue un roze leve donde Río de plata no respondió, después comenzó a cerrar sus ojos y se dejó llevar.

El mundo entero se detuvo a su alrededor, los pasos que había sobre ellos dejaron de tener importancia y la habitación perdió la atmósfera de "calabozos escalofriante y húmedo" llenándose de la calidez de ambos.

Pasaron algunos segundos unidos por un beso suave.

- Yo....- comenzó a tartamudear intentando responder- Yo...- Quería decir en voz alta sus sentimientos, pero la voz se adoraba en su garganta.

- No tienes que forzarte- Le quito uno de los cabellos de la cara y sonrió, Río de plata se acercó a el y empezo otro beso algo mas torpe que el anterior.

Se detuvo por un segundo y comenzó a besar la mejilla del menor, deteniéndose por momentos para decir algun elogio o muestra de cariño. Río de plata comenzó a sonreír hasta que Nueva España se deslizó con rapidez hacia su cuello. Solto un jadeo sorprendido y se hecho hacia atrás, abriendo los ojos y metiendo su cabeza entre sus hombros.

- Perdón, creo que me emocioné- Le sonrió- No volvere a hacer eso- el celeste tembló en su lugar y después recargo su cabeza sobre el hombro del mayor.

- Quiero quedarme así por mucho tiempo...- Cerro sus ojos abrazó con cuidado a Nueva España.

- Yo también...- Le regreso el abrazo mientras le acariciaba el cabello.

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Voy a actualizar solo los lunes hasta que termine la cuarentena, necesito el estrés que las clases normales me dan.

¿A cuantos de aquí les gusta el Mextina?