DESCARTANDO PRETENDIENTES

Alucinaciones tortuosas.

[POV ESPAÑA]
Nuevamente había regresado a esa oficina con el olor a papel y libros que embriagaria a cualquier devoto a la lectura. En mi mano izquierda cargaba con una botella de vino y en la otra un grueso fajo de papeleo y cartas.

A mi izquierda una ventana se mantenia abierta dejando pasar tanta luz como le era posible, a la derecha y al fondo (tapizado las paredes formando un L) había montones de libros viejos, al final estaba mi escritorio.

Incluso con la ventana abierta la habitación se sentía lúgubre, o quizás el inocente cuarto había absorbido parte de mi propia depresión. Deje caer los papeles sobre el escritorio y descorche la botella para beber un tercio de esta en una sentada, empezaba a volverme insensible al licor.

Me senté detrás del escritorio y empecé a revisar las cartas y demas papeles que había traído conmigo. Volvi a beber de la botella.

Conseguí terminar buena parte de las cartas (y de la botella también) dadas las 4:30 de la tarde. Entumecido, me puse de pie para estirarme un poco viendo por la ventana a Nueva España arrancando hiervas de sus plantas.

La jardinería había sido un tónico perfecto para reducir sus arranques de rebeldía y su forma mezquina de tratarme. Desde siempre había tenido que lidiar con su desprecio y su mirada amenazante.

En alguna ocasión, le había pedido traerme un vaso de la cocina y el acepto sin riñas a mi orden, ciertamente me desconcertó y me dio un impulso por ir detras de el.

Quede sorprendido y enfurecido cuando lo encontré vertiendo algun ingrediente mas a mi vaso de agua. Esa acción me hizo endurecer mas mis castigos dejando de lado las tácticas debiles para poder corregirlo. Funcionó por pocos años, Nueva España resultó alguien que se acostumbra al dolor fácilmente.

Desperté de mis recuerdos cuando via a Perú cargando con una maceta pequeña que transportaba una flor color amarillo.
Oh maldito el color amarillo.
Como un pellizco, llegaron a mi dosrecuerdos que generaban una desagradable dupla de sentimientos.

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Me recuerdo a mi mismo (mas joven y blando) en las calles de una ciudad diferente a las que conocia en Europa, limpia y repleta de plantas en cada esquina con suelos de piedra. Mis hombres y yo nos habíamos ganado la confianza (Muy apenas) de los gobernantes de la ciudad, todos menos uno. A regañadientes la gran mujer nos había permitido el paso. A la distancia mantenía mis ojos sobre ella viendo las facetas de su persona dependiendo de con quién habla.

Con nosotros: fria siempre alerta y amenazante, desconfiando cada segundo de nuestra estadía ahí.
Con su pueblo: percibida como una lider ejemplar, escuchando las peticiones de sus ciudadanos, una lider firme pero comprensiva.
Con su hijo, un Nueva España (En ese entonces Tenochtitlan): Una madre amorosa.

Le vi ponerse en cuclillas, para poder estar a la altura de el, acariciarle el cabello sonriendo mientras el niño le mostraba una maceta con una pequeña florecilla creciente.

No pude evitar sonreír y mis piernas se movieron solas hacia ellos, pero, apenas me sintieron cerca, ambos me miraron con desconfianza. Sus ojos sumergidos en sombras similares alos de un depredador, casi brillando me hicieron detener en seco y diluir mi sonrisa.
Ella se puso depie delante del niño, protegiendolo de mi y Nueva España se escondió tras las faldas de su madre, apretando la maceta.

Oh mi querida Azteca, debiste desconfiar mas de mi.

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Mi segundo recuerdo es una trágica noche, la noche en que nos expulsaron de esa ciudad, no me fui tan lejos de ella (corriendo el riesgo de ser encontrado y capturado) llevando conmigo a la malinche y un ramo de esas flores amarillas.

Sabía que mi amada estaría patrullando los límites de la ciudad en busca de otros como yo. Y asi fue, no me sorprendió encontrarla sola junto su ya confiable lanza con punta de obsidiana.
Nos amenazó al vernos y yo me apresure con mis palabras para que mi traductora tradujera.

— Te amo desde el momento en que te vi trepada en ese arbol, tu salvajismo me hipnotiza y el resto de ti también, eres diferente a todo lo que he visto y, por eso mismo, deseo ayudarte.—

Espere a que malinche tradujera y continúe.

— Estas no son formas para vivir, con esos sacrificios de humanos y prácticas de herejes solo te condenas a ti y a tu pueblo, porque veo luz en ti y en tu pueblo y porque te amo, quiero llevarte al mundo del bien—

Lo siguiente que recibí después de que mi traductora transmitiera el mensaje fueron unas palabras que, aunque en su momento no entendí, me rompieron el corazón.

Tras contestar a mi apasionada confesión, dio media vuelta y se perdió entre los árboles.

— Que fue lo que dijo— Le pregunté a Malinche.  Y ella me tradujo con frias y punxantes palabras.

— No me interesan ni tu ni tus supuestos sentimientos, desconfio de ti y te odie desde que te vi en aquel bosque, marcharte ahora junto con tus hombres y jamás regreses y esas flores, no me importan.—

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Cuando Nueva España era mas joven (mucho antes de que trajera aquí a Guatemala) había hecho berrinche en lo alto de las escaleras.(Ya ni recuerdo la razón)

En medio de su arrebato, tropezó. Antes de poder caer, consegui refugiarlo en mis brazos y, en consecuencia, también caí por las escaleras, el no resultó herido, pero yo me rompí un brazo que me inhabilitó por varios meses de mis expediciones al sur del continente.

Una vez en el suelo, yo retorciendome de dolor y el mirándome de pie, sin un solo rasguño, dio media vuelta y subió de nuevo las escaleras.

— ¿¡NI SIQUIERA ME AYUDARÁS!?— Le grite cuando el ya se encontraba en el penúltimo escalón. — ¿¡UN GRACIAS ALMENOS!?—

Me observo con desprecio y escupió: "Jamas ayudaría al asesino de mi madre, ni aunque me salvaras la vida"
Me quede tendido en el suelo, empapado en su desprecio y mi sudor.

♤♡◇

Me dio covit xd esa fue una de las razones por las  que no actualicé, la otra es que tenía que estudiar para el examen de la universidad, pero ya estoy libre.

Intentaré actualizar más seguido :3