I: Rumores.

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10 de enero de 2015

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10 de enero de 2015

Melanie Russell.

Todos nos encontramos sentados en nuestros respectivos asientos al rededor de la mesa. Los sirvientes comienzan a servir nuestra cena.

—Entonces, ¿qué tal el primer día en la universidad para mis chicos? —cuestiona mi mamá. Yo sonrío recordando lo bien que me fue hoy.

—Todo estuvo perfecto —soy la primera en responder —, los profesores nos preguntaban por ti, mamá. Al parecer fuiste muy popular en tus tiempos —bromeo.

La realidad es que mi madre nos tuvo a temprana edad, inclusive parece nuestra hermana. Es hermosa, joven y es una excelente trabajadora.

—¿Y el de ustedes? —cuestiona mirando a Bastian y Alessia. Alessia solo mira a Bastian esperando a que él responda primero —, supongo que también les fue excelente —dice mi madre al ver que ninguno de los dos habla.

Suelto un suspiro. De Bastian lo entiendo completamente, pero ¿Alessia? La miro con el ceño fruncido.

—¿Todo bien? —cuestiono lo suficientemente bajo para que solo me escuche ella.

Me mira por unos segundos y luego aparta la mirada, asiente un par de veces.—Sí, es solo que me duele la cabeza.

Estoy por responder, pero mi padre entra al comedor.

—Buenas noches —saluda él. Le da un beso a mi madre, un apretón de hombros a Bastian, un beso en la cabeza a Alessia y cuando llega a mí me abraza con fuerza.

—¿Por qué no avisaste que vendrías temprano? Te hubiésemos esperado para cenar —se queja mi mamá mientras ordena que le sirvan la comida a mi papá.

—Estaba demasiado ocupado seguramente —suelta Bastian con sarcasmo. No es nada nuevo que Bastian suelte comentarios de burla, sarcasmo o directos, y no es nada nuevo tampoco que le suelte comentarios así a mi padre... digamos que ambos tienen el mismo carácter y suelen discutir mucho.

—Bass —le regaño para que no comience una pelea tonta que terminara amargándonos la noche a todos. Él solo rueda los ojos y sigue comiendo.

—Si mi vida fuera igual que la tuya, créeme cuando te digo que el tiempo me sobrará —y aquí va mi papá a seguirle la corriente.

¿Ven lo que les digo? Ambos son iguales. Igual de tercos.

Bastián suelta un bufido, pero dejo salir aire cuando veo que no piensa responderle. Muchas personas creen que lo peor de Bastián son sus insultos, pero se equivocan completamente.

SilenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora