III: Mala actitud.

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21 de noviembre de 2002

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21 de noviembre de 2002.

Bastián Russell.

Melanie se encuentra columpiándose, nos encontramos en el parque que está dentro de nuestra residencia. Alessia se encuentra jugueteando en una caja de arena, no sé si está comiendo tierra o simplemente metiendosela a la boca y escupiéndola después. Yo estoy sentado en la cima del resbaladero.

Mi mamá nos está "cuidando" desde una mesa, y digo cuidando entre comillas porque en realidad no nos está prestando atención, su mirada está perdida y confusa.

—¡Bass! —grita Melanie antes de saltar del columpio y correr hacia la dirección donde me encuentro. La veo, y suelto un quejido, me dejo ir mientras Melanie viene subiendo las gradas para estar encima del tobogán —, ¿por qué te resbalaste? Quería que hiciéramos un gusanito —se queja.

La veo desde abajo y sonrío. Camino hacia la banqueta que anuncia que la grama comienza, y veo a Melanie mirándome con el ceño fruncido antes de sacarme la lengua, poco después se deja ir y muy tarde me doy cuenta que Alessia corre en dirección al tobogán, Melanie grita cuando ambas se impactan contra el piedrín, me levanto rápido y corro hacia el lado de ambas. Las dos lloran, mi mamá se apresura a llegar al lugar y recoge a Alessia, yo ayudo a Melanie, veo sus manos raspadas y también las rodillas con un poco de sangre.

—¡Arde, Bass! —llora con fuerza.

Nunca me ha gustado ver llorar a mis hermanas, y Melanie suele ser la más llorando y quejosa. La ayudo a ponerse de pie y al ver que no puede caminar, le hago un movimiento con la cabeza para que se suba a mi espalda y así llevarla cargada.

—Te limpiare —le digo.

Ella se sube a mi espalda y comienzo a caminar con ella. Su llanto ya no es tan fuerte.

—Gracias —dice ella después de unos segundos con la voz ronca.

—¿Por qué?

—Por cuidarme tanto.

Me abraza con fuerza y recuesta su cabeza en mi hombro.—Siempre, Mel.

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