Los secretos son volcanes que tarde o temprano harán erupción dejando destrucción, dolor, sufrimiento, pérdidas y heridas que quizás nunca cicatricen.
El volcán está apunto de hacer erupción, y quizás -sólo quizás- alguien logre sobrevivir al desas...
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Al día siguiente. 16 de febrero de 2016.
—¿Y? —cuestiona Dexter —, ¿qué tal el entrenamiento?
Nos encontramos en la cafetería de la universidad comiendo algunas golosinas que pasé a comprar junto con Julieth en la mañana antes de que procediera a irse a su trabajo.
—Bien —respondo encogiéndome de hombros.
—¿Bien? ¿Bien qué? — cuestiona Camila. Ambos me miran fijamente.
—¡Detalles, Zellwer, detalles! —exclama Dexter.
Ruedo los ojos.—Juega estupendo, ¿eso querían escuchar?
—No — niega Dex con la cabeza —, queremos escuchar como te excitaste mientras se quitaba la camisa —Dexter se muerde los labios y traba los ojos de forma perversa.
—Mientras pensabas que lo único que querías era lamer ese pecho tan fornido —le ayuda Camila.
—Y le pides por favor que tire su leche sobre...
—¡Joder, cállense! —gruño y me tapo la cara.
—Ay no —dice Camila —, no puede ser, ¿estas sonrojada?
Suelto una maldición en voz baja.
Dexter suelta un grito de emoción.—Eres una niña mala, Lauren.
—¿Qué? ¿De qué están hablando? —me hago la loca.
—¡Ay, por favor, te gusta! —dice Camila.
Niego con la cabeza repetirás veces. Más de las necesarias.—Están mal de la cabeza.
—¡Tú eres la jodida! —dice Dexter con emoción —, el chiquillo te gusta.
Siento que me sonrojo y miro a todos lados menos en su dirección.