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Sofocado. Así era como se sentía Jimin mientras se acercaban cada vez más a aquel lugar donde se llevaría a cabo su primer ensayo para el festival Matsuri. Jungkook le había dicho que los programas se iban a ensayar en dos partes, la primera que era la que habían ensayado el día anterior y la segunda que era la suya y demás artistas invitados.

Todo iba de maravilla hasta que se enteró de que Kim Taehyung debía estar presente en el ensayo, ya que era él quien iba a presentar a los artistas invitados, entonces Jimin quiso hacerse bolita en el asiento del auto y rogarle a su prometido que lo llevara de regreso al hotel.

-Minnie, debes calmarte, ¿qué es lo que te preocupa de Taehyung?

El mayor lo miró de manera suplicante, ¿qué le preocupaba? Sus sueños, esos recurrentes sueños con la mirada del joven modelo, aquellos gritos de dolor y que además decían su nombre. ¿A caso eso era poco para estar preocupado?

Jamás en su joven vida lo había visto en persona, y justo cuando lo iba a hacer le comenzaban a pasar esta clase de cosas extrañas. Sin duda Jimin tenía la peor suerte del mundo.

-Sólo no quiero verlo, ¿de verdad tiene que estar ahí?

-Pues sí, es el maestro de ceremonias, ¿qué sería del festival sin él?

-¿Y yo tengo que venir justamente hoy?

-Bueno, hoy ensayan los artistas invitados, pero no estoy entendiendo a dónde quieres llegar.

El menor lo miró con su ceño ligeramente fruncido, cosa que hizo a Jimin sentirse mal, seguramente a los ojos de Jungkook se estaba comportando como un niño malcriado, el peliplateado no quería que su novio pensara de esa manera sobre él, y casi sin pensarlo comenzó a llorar, justo como hacía cuando estaba confundido, frustrado o solamente se sentía mal.

Jungkook al ver al mayor llorar, su ceño se ablandó y lo abrazó, él no podía ver llorar a Jimin sin sentirse mal, y esta era una de esas veces. Acarició con cuidado el cabello plateado del mayor, de verdad no quería obligarlo a ver a Taehyung pero debía hacerlo, de lo contrario, ¿cómo estarían juntos?

-Minnie, no hagas esto, sólo serán unos momentos, no te estoy pidiendo que te vayas con él toda la vida...

-¿Y si así fuera?

El pelinegro no daba crédito a lo que acaba de escuchar, ¿de verdad le estaba haciendo aquella pregunta? Poco a poco se separó de él, Jimin lo miraba con un pequeño puchero, seguramente pensaba que había dicho algo que no debía, sin embargo, era justo lo que Jungkook necesitaba escuchar.

-Si tú quisieras... Yo te dejaría ir.

-Estás bromeando, ¿verdad? No me dejarías ir así de fácil.

El mayor se separó y miró al pelinegro con miedo en sus ojos, ¿Jungkook se había cansado de él? ¿O sólo estaba haciéndose ideas tontas?

Jungkook lo miró y después suspiró, tomó su mano y acarició aquel anillo que le había dado cuando decidieron comprometerse, aunque a final de cuentas, eso jamás iba a suceder.

-Por supuesto que no, pero tú me lo preguntaste y tu felicidad es por lo que siempre voy a velar, sea conmigo o no.

-Yo quiero que seas mi felicidad...

-Lo sé, no me lo tienes que decir.

El pelinegro tomó el rostro de Jimin entre sus manos y dejó un corto beso en sus labios, beso que el mayor no tardó en corresponder, de verdad Jungkook quería que Jimin se quedara con él, pero sabía de sobra que las cosas no podían ni debían ser así.

Después de aquel beso, Jungkook alentó a Jimin a salir del auto, cosa que logró con éxito, ahora debía de encontrarse con Taehyung, y al mismo tiempo, Jungkook debía de comenzar a decirle "adiós" en silencio.

DESTINY »VMIN« #𝑾𝒂𝒕𝒕𝒚𝒔2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora