DESTINY »VMIN« #𝑾𝒂𝒕𝒕𝒚𝒔2020

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Jimin miraba aquella partitura entre sus manos mientras escuchaba atentamente a su representante. Yoongi se la había enviado hace un par de días, Jimin había visto esta, incluso le había pedido a su prometido que tratara de tocar la melodía para él para poder hacerse una idea del como sonaba.

Había hecho pequeñas practicas en su departamento, sin embargo ahora las cosas iban más en serio y él lo sabía. Cuando su representante se fue, el peliplateado comenzó a buscar al músico con su mirada, Jungkook al notar aquello, sonrió de medio lado, pues Yoongi se encontraba a unos cuantos pasos de ellos.

Cuando Yoongi conectó miradas con el pelinegro, sonrió y le indicó que era él la persona que estaba buscando, el mayor asintió y poco a poco se fue acercando hasta que por fin pudo tocar el hombro del bailarín.

-¿Park Jimin?

El aludido se giró y miró con sorpresa al joven de cabello grisáceo, una amplia sonrisa se dibujó en sus labios y estiró su mano hacia él a manera de saludo.

-Min Yoongi, de verdad es todo un placer poder compartir este momento contigo.

-Muchas gracias pero el placer es todo mío, de verdad estaba ansiando mucho poder conocerte.

El peliplateado rió bajito y bajó su mano para después tomar la de Jungkook, cosa que hizo sonreír de medio lado a Yoongi.

-Y él es Jeon Jungkook, mi prometido.

-También es un verdadero placer conocerte Jungkook, TaeTae no deja de hablar de ti, es tu fan número uno.

El pelinegro estaba tratando de no reírse, pues fingir no era el fuerte de Yoongi, sin embargo lo estaba haciendo bastante bien y podía jurar que Jimin ni siquiera se había dado cuenta de que en realidad ellos dos ya se conocían.

-El placer es mío, Jimin ama tu trabajo así que esto es como un sueño para él.

El aludido asintió repetidas veces, después vio a un chico de alta estatura acercarse hasta ellos, una vez que lo vio más de cerca pudo sentir que su corazón comenzaba a acelerarse, era Taehyung, algo le decía que era él y ahora que finalmente lo veía en persona estaba bastante seguro de que era la persona más hermosa que había visto en toda su vida.

-Te he estado buscando Yoonnie, ¿qué haces aquí?

El mayor sonrió de medio lado y miró a los chicos que, al parecer, su novio no había visto. Taehyung frunció un poco su ceño y miró lo que su novio estaba viendo, al encontrarse con el bailarín y el fotógrafo una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Así que ustedes son Jimin y Jungkook, es un verdadero placer por fin conocerlos, soy Kim Taehyung.

El peliplaneado no podía apartar su mirada del pelinegro frente a él, era como si de la nada su voz se hubiera esfumado para ya no volver, Jungkook lo pudo notar así que aclaró su garganta y le dedicó una pequeña sonrisa al chico frente a ellos.

-El gusto es completamente nuestro, Yoongi me dijo que eres fan de mi trabajo, ¿es verdad?

-Oh, ¡es verdad! Me encanta tu manera tan original de tomar fotografías, de verdad es un honor poder trabajar contigo.

-Estoy seguro de que será la mejor sesión de fotos que hayas tenido en tu vida, lo prometo.

El modelo sonrió amplio y después miró al chico de cabellos plateados y elevó una de sus cejas, él en verdad no había dicho nada, sin embargo, volvió a sonreír esta vez solamente hacia él, había algo que le resultaba familiar, aquellos ojos castaños lo miraban de manera fija y no se sentía intimidado o acosado, muy por el contrario, le gustaba que él no pudiera dejar de mirarlo.

Yoongi sonrió y miró a Jungkook quien asintió dejando salir un suspiro, miró a los otros dos chicos y sonrió.

-Yoongi, ¿me dejas mostrarte algunos trabajos que he hecho anteriormente para este festival?

-Seguro, también me gustaría mostrarte unas cuantas piezas que he estado componiendo desde hace unas semanas.

-Jimin, Taehyung, ustedes pueden quedarse aquí, creo que tienen mucho de que hablar.

Ambos asintieron a la par, aún sin dejar de mirarse, Jimin lo miraba incrédulo pues había soñado millones de veces con aquel rostro, mientras que Taehyung estaba curioso, aquellos ojos lo habían vuelto loco desde hace unos días, pues era todo lo que podía ver en sus sueños desde que había llegado a Japón.