Capítulo Ocho

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14 de Enero del año 2020

Suspire al llegar a la plaza junto a Vale y Carol. Tenía bastante entusiasmo y no sabía como reaccionar al verla. Esa mujer me gustaba, y en serio estaba sorprendido.

-¡Vale!-Gritó Maka corriendo a abrazar a Vale, cosa que en cierta parte me causó algo de alegría.

Me gustaba ver su forma de actuar, esa sonrisa y el como compartía con los demás. Me tenía capturado, pero decidía evitar mirarla demasiado, por lo que siempre me terminaba afirmando de los fierros de la cúpula y observar lo que estaba mas allá de todos ellos.

-Hola.-Apreté mis puños levemente al escuchar la voz de aquella niña. Era una chica de cabellos cortos y que siempre me estresaba con sus cosas.

Todos comenzaron a saludar con alegría, y yo simplemente la miré con molestia. Realmente me empecé a llevar mal con ella hace unos días debido a un hecho algo especial.

"10 de Enero del año 2020

-Vale. Tenemos que hablar.-Me tense al escuchar aquello, sabía que algo malo iba a pasar.

Días antes Vale había escapado de su casa debido a problemas con su padre, había estado muy mal y se fue a casa de una amiga. Nos informaron de aquello a los días y me he preocupado y enojado bastante, pero me calme al ver que Vale estaba mas calmada.

-¿De qué tenemos que hablar?-Le preguntó Vale con curiosidad sentándose a su lado.

-¿Qué pasó con tu papá?-Sentí la tensión en Vale. Ella no quería hablar del tema y no me gustaba que se lo tocarán.

-No pasó nada.-Intentó evadirlo, pero esa niña comenzó a decirle que ya sabía todo. Que un amigo de Vale le dijo y le explicó.

-Tu papá estaba preocupado.-Observé el tic de Vale. Comenzó a rascarse debido a los nervios.-Le mandó audios al Danny diciendo que estaba asustado y estaba llorando.

-Claro. Ahora se preocupa por su hija. Ese bastardo solo se ha hecho cargo de destruirla. Golpe tras golpe. Tantos hematomas que le ha dejado y ahora esta preocupado.-Pensé molesto.

-Karla, no quiero hablar de esto ¿Si?-Vale intentó huir, pero ella la siguió. Observé como Vale comenzaba a temblar y entonces fui yo y tomé a Vale de la mano, con la intención de hacerla subir a la cúpula donde estaban sus amigas, las cuales yo sabía que no dejarían que la niña esta le insistiera.

-Oye Vale, espera.-Pero antes de llegar a la cúpula la niña intentó detenerla, y yo ya estando molesto volteé y la empujé en contra de un árbol.

-¡Déjala en paz!-Vale me iba a decir algo, pero no la dejé y la obligué a subir a la cúpula, donde ya las amigas de Vale me miraban mal.

-Oye, solo quiero hablar con ella.-Dijo Karla subiendo a la cola, por lo que la miré con ira.

-Yo no quiero que toquen ese tema. Mi misión es protegerla, y si la lastimas te mato.-Le dije con seriedad mientras tenía a Vale detrás de mi.

-Oye Zack. Vas a tener que empezar a controlar tu ira.-Me dijo Luna con seriedad mientras intentaba controlarme.-No puedes ir por ahí tratando mal a todos. Considera que son importantes para Vale.

-No quiero que la lastimen.-Susurre.

-Zack, debes controlarte.-Abrí mis ojos sorprendido al escuchar la voz de Maka.-Las amigas de Vale son importantes para ella, si las lastimas le haces daño a ella. Considera eso.-Todos voltearon y me dejaron un rato solo.

-Demonios.-Susurre sentandome en el suelo.

-Zack, tranquilo. No te preocupes. Estabas preocupado por mi y no te crítico.-Me dijo sonriendo.-Te doy las gracias en realidad. Si no te hubieses metido me habría dado una crisis de pánico ahí mismo.-Sonreí levemente.

-Me alegro por esto entonces.-Suspire.-No habría soportado verte así.

-Lo se.-Ella ahora se levantó y me observó.-Vamos con los demás."

Ese día había sido bastante estresante, pero haber visto a Vale mas tranquila me relajo a mi. Me gustaba verla así.

Todos comenzaron a jugar y reír, era típico de ese grupo. Nunca dejaban de hacer cosas bastante llamativas, de una u otra forma terminaban llamando la atención del mundo.

-Hola guapetón.-Sonreí al ver llegar a aquel rubio de ojos azules a la cúpula junto a Vanesa.

-Hola Ethan.-Saludé con calma mientras Vanesa intentaba abrazarme, por lo que evité el abrazo moviéndome rápidamente.-Ya te he dicho que no me gustan los abrazos.-Dije fríamente.

-Solo uno.-Insistió mientras me miraba con un puchero, pero negué.

-Dije que no.-Me volteé encarandola y entonces sentí una nalgada.-Ethan.-Volteé lentamente mientras lo miraba seriamente.-¿Se puede saber que has hecho?

-Te di una nalgada.-Dijo con simpleza.

-Eso lo se.-Dije con seriedad.-Pero porque.

-Ah, eso es fácil. Porque quiero guapetón.-Dijo guiñandome con una sonrisa coqueta.

-A veces eres bastante loco.-Susurre.

-¡Vanesa!-Gritó Vale abrazando a Vanesa con alegría.

Insisto. Me encanta verla feliz.

**********

-Ya llegué.-Anuncié al abrir la puerta y entrar a la casa.-Pero que mierda esta pasando.

-¡Te dije que me dejes en paz!-Gritaba Ian mientras corría de Michael, quién lo perseguía con un tarro de pintura en mano.

-¡Pero tío, si es solo hacerte un dibujo!-Gritaba con emoción.

-Esta casa es un desastre.-Pensé al ver el desorden, y gran fue mi sorpresa al ver a Sam bajando la escalera con rapidez.

-¡Ven aquí pervertida!-Gritaba Leila mientras le lanzaba ¿Biblias?

-¡No quiero!-Gritaba Sam esquivando las biblias y al bajar la escalera golpeó a Ian y ambos se fueron al suelo, donde Michael tropezó con ambos cuerpos y cayó también, lanzando el tarro, el cual desparramo todo su contenido pintando tanto a Ian como a Sam con el color verde.-Mi...¡Mi cabello!-Gritó Sam con ira para después mirar a Michael con ira.-¡Ven aquí chamaco!

-¡Waaaa!-Michael inmediatamente se levantó y comenzó a correr de Sam.

Definitivamente...en esta casa jamás había un día normal y tranquilo.

El Hombre De HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora