Capítulo Quince

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31 de Enero del año 2020

Suspire mientras observaba como Michael y Juliette corrían por la casa. Los dos pelirrojos al parecer se llevaban bastante bien.

-Oye Zack.-Me dijo Vale levantándose con su cabello desordenado.-¿Cómo dormiste?-Sonreí al verla con una expresión de completa ternura.

-Dormi bien.-Le menti para no preocuparla, no me gustaba preocuparla a ella.

-¿Seguro?-Me preguntó, a lo que asentí.

-Si Vale, tranquila.-Vale sonrió y se dirigió a la cocina con una gran sonrisa.

-¡Despertó la reina de la casa!-Avisó Sam saliendo de su cuarto completamente arreglada, recibiendo una mirada de todos.

-¡Abajo!-Gritó Michael empujandola y cayendo junto con ella, y seguidamente Juliette cayó sobre ellos.

Sonreí al ver a Vale reír de la escena al igual que Ian y Leila.

**********

Estábamos todos sentados en el patio mientras Vale nos informaba que su padre no estaría en la ciudad por varios días.

-Entonces ¿Te vas a quedar?-Preguntó Michael con voz chillona, a lo que Vale sonrió.

-Pues si, siempre y cuando no les moleste.-Dijo con una sonrisa, a lo que negué.

-Vale, tu no molestas. Entiende eso ¿Si?-Le insistí molesto, a lo que Vale se tensó.

-Pero no te enojes ¿No ves que te salen canas y arrugas?-Dijo con gracia, a lo que solte una leve carcajada.

-No estoy enojado, estoy tranquilo.-Le dije fingiendo una sonrisa, a lo que ella me observó con seriedad.

-Aja, si claro.-Susurró molesta.-Y seguramente yo deje de ser Otaku.-Dijo Vale con tono de ironía.

-Ok. Si me molestó un poquito, pero tengo mis razones.-Le dije con seriedad.-No me gusta que digas eso. A nosotros no nos molestas, y nunca nos molestaras.-Le dije con calma.-No por nada nos alegramos tanto al ver que entras y pasas tiempo con nosotros.

-¿De verdad?-Preguntó, a lo que todos asintieron, provocando alegría en su ser. Lo notaba en su sonrisa.-Me hace feliz saber eso.-Dijo alegre.-Bien, ahora no se que haremos.-Dijo cambiando el tema drásticamente, cosa que me dio bastante risa.

-No se que harán ustedes, pero yo tengo bien claro lo que quiero hacer.-Dijo Sam con una mirada de determinación.

-¿Qué cosa?-Le preguntó Ian con una media sonrisa.

-Voy a pelear con Juliette.-Dijo con inocencia, provocando que todos nos tensemos.

-¿Qué?-Pregunté con seriedad.

-Pues eso jajaja. Voy a pelear con Juliette.-La observé fijamente alzando una ceja, esperando a que me dijera que estaba bromeando.

-No deberías hacerlo.-Le dije con seriedad cuando no dijo nada con respecto al tema.-Esta recién llegando y tu ya la vas a tratar así.-Dije mientras observaba como Juliette se quedaba en el suelo debido al agotamiento.-Ya era hora de que se cansara.-Pensé.-Después de todo corrió bastante con Michael.-Pensé viendo como el chico se le acercaba.

-Pero sabes como soy.-Dijo levantándose de su asiento.-Me gusta provocar, y además, quiero ver cuanta fuerza tiene.-Me dijo con una sonrisa, cosa que me hizo suspirar.

-Bien, haz lo que quieras.-Dije sin emoción alguna.-No te voy a detener.

-¡Bien!-Gritó animada dirigiéndose a Juliette. Sabía que ahora Sam le estaba insistiendo para que pelearán, y por lo que veía, Juliette se negaba en cada momento.

-¿Crees que llegue a aceptar?-Me preguntó Vale con preocupación, a lo que suspire y asentí.

-Si. Sam es bastante insistente, y por ende, tras aburrirte con sus insistencias, te das cuenta de que la única manera en que te deje en paz es aceptando.-Dije con seriedad mientras tomaba un sorbo de mi bebida.

-Entonces si van a pelear.-Dijo Ian haciéndose bolita, poniéndose la gorra de su poleron.-Esto me da miedo.-Susurró.

-Ian, todo va a estar bien ¿Si?-Le dijo Leila mientras le acariciaba la mejilla al muchacho, dedicándole una sonrisa para poder calmarlo, cosa que al parecer había funcionado.

-¡Bien!-Se escuchó el grito de Juliette.-¡Voy a aceptar esta pelea contigo, pero luego me dejarás tranquila!-Gritó con ira.

-¡BIEN!-Gritó Sam emocionada.

-¿Ves? Te lo dije. En algún punto Juliette se iba a cansar e iba a aceptar.-Dije con simpleza mientras observaba como Michael se acercaba a nosotros corriendo.

-¡Papá! ¡Van a pelear!-Gritó mientras me miraba con miedo.-¿Qué hacemos?-Me preguntó mientras observaba el como ambas se ponían en posición.

-Déjalas Michael.-Dije con simpleza.-Esto terminará pronto después de todo.-Sonreí mirando a ambas chicas.

Michael se sentó a nuestro lado y observó fijamente el escenario de ambas chicas. Todos estaban ansiosos por ver a una ganadora.

Ambas estaban a una corta distancia de la otra, se observaban fijamente mientras Juliette solo estaba parada firmemente con su vista fija en Sam.

Los segundos de silencio gobernaron en el lugar. Nosotros simplemente observábamos a ambas contrincantes, y entonces Sam atacó. Se abalanzó cual animal a su presa, pero antes de que siquiera pudiera golpear a Juliette esta la detuvo del brazo y en un rápido movimiento la dejó en el suelo, para luego comenzar a forzar su brazo con una sonrisa bastante espeluznante en su rostro. Una sonrisa muy parecida a la de Sam cuando entraba en su estado de locura.

-¡Hey! ¡Para!-Gritó Leila acercándose a ambas.-¡Le vas a romper el brazo!

-Es bastante...bruta.-Dijo Vale sorprendida mientras yo observaba la escena de una Juliette con cara de arrepentida, rascándose la cabeza con una sonrisa mientras hacia gestos como de arrepentida.

-Esta chica al menos tiene fuerza.-Pensé mientras me levantaba y me acercaba a las dos chicas.-¿Estás bien?-Le pregunté a Sam mientras veía que se ponía de pie y movía su brazo con dificultad.

-Si, estoy bien.-Dijo con seriedad mientras movía su brazo.-Casi me lo rompes.-Dijo observando fijamente a Juliette.

-Lo siento, en serio.-Dijo Juliette mirándola con tristeza.-Es que llevo mucho tiempo defendiéndome de esta manera debido a los tipos que rondan en las calles a plena noche. Me descontrole.-Dijo esta vez agachando la mirada con arrepentimiento.-Lo siento, en serio.

-Ya. Tranquila.-Dijo Sam.-¿Y qué hacemos ahora?

Suspire. Realmente Sam tenía demasiada energía, pero seguía con esa pequeña incomodidad al lado de Juliette después de ver esa sonrisa.

Al final el día se paso entre nosotros con risas y juegos, como era de costumbre, mientras yo solo pensaba en dos cosas, exactamente dos personas. Maka y Juliette.

El Hombre De HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora