El gran comedor estaba inquieto. Era mediados de octubre y había calabazas y velas flotantes esparcidas por el aire. Los estudiantes se reían, hablaban en voz alta y Hope no podía oírse a sí misma ni pensar. Sus cejas se juntaron con irritación mientras movía los dedos con inquietud en la mesa de madera. Apretó el puño cuando sintió el anillo de su familia trabarse en una abolladura.
Entendía el orgullo que sentía su padre por el apellido de la familia, pero tener que llevar constantemente el anillo de los Mikaelson, le molestaba. A veces incluso se angustiaba, como ahora mismo, que sentía como si estuviera apretada entre incontables cuerpos. Era suficiente para que su irritación aumentara.
Llevó la mano hasta su cuello y se aflojó la corbata de Slytherin, confundida por el hecho de que la comida aún no había aparecido mágicamente delante de ellos.
Habían pasado treinta minutos de la hora de la cena y los estudiantes aún no entendían a qué estaban esperando. Les habían dicho que vinieran temprano a cenar porque había un anuncio importante. La cosa es que aún no se había anunciado nada.
Hope dirigió su mirada al frente, donde el director y los profesores estaban majestuosamente sentados. Notó como alguno de ellos, incluso estaba nervioso.
Se llega a preguntar por qué, pero al final decide no darle importancia.
Al poco tiempo, los estudiantes hacen un profundo silencio al darse cuenta de que el director se estaba levantando.
— Silencio, silencio — dijo Dumbledore con benevolencia. Hope casi pone los ojos en blanco.
Por un segundo, ella dirige su mirada hacia otro lado, donde accidentalmente se encuentra con la de Landon, el chico de Hufflepuff, que no hacía más que ponerle ojitos de enamorado.
Realmente debería dejar de hacer eso, pensó ella, antes de volver su mirada a Dumbledore otra vez.
— Buenas noches a todos — saludó el director pausándose dramáticamente antes de seguir.
— esta noche, tenemos que dar la bienvenida a dos estudiantes que vienen de la Academia de Magia Beauxbatons y que desean terminar sus estudios aquí, en Hogwarts.Un murmullo se extendió por el gran comedor y Hope se hundió en la decepción.
— ¡Nunca nos habían transferido! — Un chico de quinto año susurró emocionado y Hope refunfuñó en voz baja. Se muere de hambre y no quiere esperar más para comer.
— Por favor, recibidlos amablemente como lo hicisteis con vuestros compañeros de casa —. termina Dumbledore. Hope no se había dado ni cuenta de que seguía hablando.
El director se giró e hizo un leve gesto a su derecha, donde Hope se percató de dos chicas que antes no había visto. Una era ligeramente más alta que la otra. Rubia, con la nariz respingada y pequeños rasgos definidos.
Se sorprende cuando echa un vistazo a la otra.Era guapísima. Su pelo era ligeramente ondulado y de un precioso color marrón del que Hope no podía apartar la mirada.
Los ojos de la chica tenían un fuego en ellos que contrastaba totalmente con los orbes azules de Hope.
Casi al instante, sintió como algo debajo de su piel centelleaba.
Hope mira rápidamente hacia otro lado, con su corazón latiendo a una rapidez de la que aún no era consciente. Baja la mirada hacia la mesa, pero todo lo que puede ver son los labios en forma de puchero y los ojos inocentes de aquella chica.
Se arriesga a mirarla de nuevo, pero los ojos de la otra se habían adelantado y la atrapan por apenas una fracción de segundo. Suficiente para asustar a Hope y que se le quitaran las ganas de volver a mirarla.
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Cast Yourself (you are the spell) • hosie
FanfictionHope Mikaelson es una estudiante de Slytherin de sexto año, de sangre pura, que trata de escapar de las presiones de su familia. Josie Saltzman, nacida de muggle, es transferida de la Academia de Magia Beauxbatons en una noche fatídica, donde el som...