Capítulo 11

626 64 1
                                    

Hope no vuelve a saber de Josette durante el resto de la noche, y por la mañana, se despierta muy temprano.

Su equipo usa sus uniformes de quidditch para desayunar y los obliga a sentarse juntos para comer.

Tal vez lo último no había sido buena idea.

— No, Park, el trato era que si yo marcaba al menos seis tantos, tú tenías que beberte una de las pociones caducadas de Slughorn.

— Estaba borrachísima cuando hicimos ese trato, Clarke — gruñe Penélope, para después beberse de un trago el zumo de calabaza.

— Oye, ¿qué dije sobre los carbohidratos antes de un partido? — Hope les interrumpe, mirando el vaso de Penélope — Sólo agua.

— Eres tan hipócrita, Mikaelson —, dice esta vez Jo Victoire, extendiendo sus brazos para hacerse una coleta. — Te comiste tres trozos de pastel de chocolate después del entrenamiento, te vimos todos.

— Lo que sea — Hope la corta bruscamente antes de que pueda decir algo más. La lluvia siempre le había dado hambre. — Os quiero a todos en el vestuario a las ocho.

Contesta levantándose, alejándose con furia de sus compañeros, con la túnica de quidditch ondeando a su paso. En segundos, corren rápidamente tras ella.

A las ocho en punto, todos se habían reunido formando un círculo alrededor de Hope, algunos apoyados en varias taquillas, otros sentados en los bancos.

— Vale, ya sabemos por experiencia que Hooch va a ir en contra nuestra, así que si hacemos cualquier falta, no dudará en penalizarnos — empieza su discurso Hope, mirando a su equipo, todos prestando mucha atención.

No estaba diciendo ninguna mentira, Slytherin nunca había sido de su agrado. Por supuesto, no había dicho abiertamente nada en contra de ellos, pero la inclinación hacia cualquier otra casa existía. Y desafortunadamente, había sido elegida para arbitrar este primer partido, a pesar de todos los árbitros que Hogwarts tenía a su disposición.

— Sin embargo, eso no significa que no podamos ser agresivos en nuestro juego. Sólo tenemos que ser más inteligentes e ir con precaución — Hope sonríe, y la expresión se refleja en el resto del equipo.

El sonido distante de las gradas animando, saluda a los oídos de Hope y se da cuenta de que tienen que comenzar a moverse.

— Podría empezar a dar un gran discurso inspirador sobre lo importante que es que ganemos este partido... pero es que estamos hablando de Hufflepuff. — añade la capitana con burla. — Si perdemos, estáis todos muertos para mí. ¿Entendido?

Todo el equipo asiente, algunos tragando nerviosos y otros sonriendo. Salen de los vestuarios uno tras otro, Hope siendo la última.

Se frota las manos con los guantes puestos y los nervios a flor de piel. Siempre había sido así, justo antes de cada partido sentía un doloroso calambre en el estómago, como pequeñas mariposas que le llegaban a provocar incluso nauseas. Aunque si alguien le preguntara, nunca lo admitiría.

Como buscadora tenía uno de los trabajos más complicados, pero siempre se las arreglaba para atrapar la snitch dorada en todos los partidos que había jugado hasta ahora.

Una vez más, oye los gritos desde las gradas. El equipo de Hufflepuff acababa de ser presentado por la profesora McGonagall, haciendo que Gryffindor, Ravenclaw y, obviamente Hufflepuff, aparecieran para apoyarlos. Eran todos contra uno y Hope se da cuenta de que Slytherin tendrá que afrontar este partido solo. Equipo y demás alumnos de su casa.

Como ayer, también estaba lloviendo, aunque no tan exagerado. Eso si, el viento que hacía llegaba a raspar la piel de Hope con fuerza.

Se llegó a preguntar brevemente si Josette habría venido a ver el partido, pero no la encontraba en las gradas de Slytherin.

Cast Yourself (you are the spell) • hosieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora