Subí a mi cuarto y empecé a probarme la ropa que Daniel me trajo, algunas me quedaban un poco ajustadas pero todas me quedaban bien. Entre la ropa encontré ropa interior, me fue un poco vergonzoso el imaginar a Daniel escogiéndola para mí, pero lo agradecía de todas formas, una tela roja de encaje llamó mi atención, la tomé y la extendí, mordí mi labio aguantándome la risa, era una lencería sexy, un vestido demasiado corto
-Daniel -lo llamé y segundos después apareció en mi puerta
-¿Si?
-¿Me estas tirando una indirecta? - bromeé riendo mientras le mostraba el pequeño y sexy vestido color rojo que era casi totalmente transparente
Su rostro cambió en cuestión de segundos, abrió un poco más los ojos y pude notar un pequeño sonrojo en sus mejillas
-Te juro que no lo elegí a propósito -dijo y yo reí -Lo habré tomado por accidente
-Gracias por la ropa, todo me queda -dije sonriendo
-De nada -dijo y salió de la pieza con una media sonrisa en los labios, pero segundos después asomó su cabeza en la puerta -Por cierto, creo que te quedaría muy bien ese vestido -sonrió con picardía y salió
Sentí como mis mejillas empezaban a arder, guardé la ropa en un pequeño ropero totalmente vacío que había en el que ahora era mi cuarto
....
Ya había pasado una semana, los recursos que teníamos seguían durándonos, Daniel y yo éramos algo así como buenos amigos, ya no me encerraba, ni me ataba, incluso me dejaba sola cuando iba a ver el perímetro del lugar, el había salido a revisar el lugar otra vez, quedamos en que lo haría dos veces por semana.
Me levanté de la cama, estiré mi cuerpo y solté un largo bostezo, con pereza caminé hasta el baño, me deshice de mi ropa y entré a la ducha, el agua salía tibia, cerré los ojos y alcé el rostro. Las pequeñas gotas golpeaban mi rostro con suavidad, los músculos de mi cuerpo se relajaron por unos segundos, y minutos después me obligué a salir de la relajante ducha
Me vestí con una camisilla gris y un buso del mismo color, alcé mi cabello en una cola despeinada, me coloqué el cinto que Daniel me había dado y coloqué mi arma ahí
Bajé hasta la cocina, y rebusqué en el estante alguna lata de sopa para calentarla, sonreí victoriosa al encontrarla, la vertí en una olla y prendí la cocina que de puro milagro, ya tenía gas
Oí que la puerta principal se abrió, unos pasos resonaron contra el suelo de madera
-Jodida casa has conseguido -oí una voz varonil desconocida, sin pensarlo dos veces tome mi pistola y apunté a la entrada de la cocina, el corazón me latió con fuerza al ver que ahí estaba un chico apuntándome con una pistola, tenía el cabello negro y despeinado, parecía ser mayor que Daniel, tenía los ojos negros y grandes ojeras, cargaba el arma con confianza, a diferencia mía, que trataba de contener el aire y no temblar, no podía mostrarme débil
-¿Quién eres? -dije tratando de esconder el miedo en mi voz
-¿Quién eres tú?
-He preguntado primero -dije y en eso detrás del chico aparece Daniel, quién al ver que estábamos apuntándonos abrió más los ojos
-¡Mierda! bajen las armas -exclamó él
-¿La conoces? -preguntó el chico
-Si, Arienne el es....-comenzó a hablar Daniel
-Mierda imbécil no le digas mi nombre -interrumpió el chico quién aún no bajaba su arma
-Tranquilo, la rescate hace unos días es de confianza

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Apocalipsis: Mi Lugar Seguro [TERMINADA]
RomanceEl fin del mundo comenzó y la tierra fue infestada por repugnantes seres que deseaban alimentarse de la carne humana a toda costa. Ella trataba de ser valiente El queria cuidarla. Ambos, en medio del fin del mundo, buscan su lugar seguro y en el t...